OCASO

OCASO

Servidor es un gran amante de las frases acuñadas, del refranero popular y de axiomas. A decir verdad, en ellos se encierra sabiduría milenaria transmitida de generación a generación, que brindan a los que van llegando, verdades inconcusas,- por favor, no se lea “inconclusas”-.

Así, el presente escrito da inicio recordando la famosa frase del desaparecido filósofo español-estadounidense, George Santayana: “Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo.”

Sin embargo, a juicio de servidor, es menester recordar que la historia es siempre repetitiva, sea ésta recordada o no. Así, conocerla, permite al hombre prepararse de antemano al ineluctable cambio que se cierne sobre él.

¿Qué destino le es deparado a todo imperio?

CONQUISTADOR ESPAÑOL

Por razones de reciente historia, se toma el caso del Imperio Español a modo ejemplificante.

En forma escueta se puede apuntar que, el Imperio Español o Monarquía Universal, también llamada Monarquía Hispánica o Monarquía Española, es el conjunto de territorios de España, gobernados por ésta tras el descubrimiento de América en 1492.

España exploró y colonizó grandes extensiones en América, desde el suroeste del actual Estados Unidos de América,- EE. UU.-, México, el Caribe, Centro América y la mayor parte de Sur América.

El Imperio Español alcanzó los 20 millones de kilómetros cuadrados a finales del siglo XVIII, aunque su máxima expansión se produjo entre los años 1580 y 1640, durante los reinados de Felipe II, Felipe III y Felipe IV, período en el que tuvo lugar la Unión Ibérica o unificación bajo la Corona Española de los imperios español y portugués.

El español fué el primer imperio de alcance mundial o global al abarcar grandes extensiones de territorio que no se comunicaban por tierra en todos los continentes, a diferencia de otros grandes imperios como Roma.

Se decía durante el reinado de Felipe II que, “el Sol no se ponía en el Imperio”, ya que estaba lo suficientemente disperso como para tener siempre alguna zona con luz solar.

No hay que detenerse a hablar de la derrota de la Armada Invencible frente a los ingleses como inicio de la decadencia del Imperio Español y como inicio del auge del Imperio Inglés bajo el reinado de Isabel I.

Los sectores y clases dominantes “progresistas”,- a la postre llamados “próceres”-, en los territorios españoles en América, aprovechando el debilitamiento del Imperio Español en Europa, dieron inicio a guerras independentistas por todo el continente.

Por supuesto, al igual que hoy en día, los sectores recalcitrantes se oponían a la independencia, pues creían firmemente en la perpetuidad del Imperio Español y no concebían que el mismo estaba ya en franca decadencia. ¡Miopía!

La Independencia Hispanoamericana comenzó a desencadenarse cuando emergen las disputas por el trono entre el rey español Carlos IV y su hijo, el futuro Fernando VII, que fueron aprovechadas por Napoleón para intervenir e imponer las llamadas “abdicaciones de Bayona” de 1808.

Las criollos,- españoles nacidos en América-, ante la marginación de la cual eran víctimas de parte de Madrid, habían logrado conformar nuevas burguesías emergentes, con preparación académica y vislumbrando un porvenir en el que ellos podían alzarse con el poder, conformando una nueva nación en toda la Nueva España.

SIMON BOLIVAR

Los movimientos insurgentes de las colonias españolas profundizaron las insurrecciones para enfrentarse abiertamente al rey español en una guerra de alcance continental con el objetivo de establecer estados independientes, que devinieron en regímenes republicanos, las más de las veces.

En estas guerras de independencia, destacaron Simón Bolívar y José de San Martín, llamados libertadores, quienes condujeron los ejércitos patriotas que derrotaron finalmente a las tropas leales a la monarquía española, llamadas Realistas.

JOSE DE SAN MARTIN

Los últimos reductos en fortificaciones costeras, las guerrillas supervivientes del interior, y la guerra naval en el Caribe, alentaron proyectos españoles de reconquista que tuvieron su punto final con la muerte del rey Fernando VII en 1833.

¡Cualesquiera parecido con la realidad actual no es coincidencia!

Posteriormente, a lo largo del siglo XIX, luego de complejos procesos políticos, las posesiones españolas en América conformaron los actuales estados hispanoamericanos. El expansionismo estadounidense se hizo presente tanto sobre los últimos restos del Imperio Español, forzándose la compra de la Florida por US$5 millones en 1821, así como adquiriendo posteriormente los derechos sobre las pretensiones españolas en Oregón, como también sobre los nuevos países americanos,- a través de influencia económica y política y con la anexión de Texas y el norte del nuevo estado mexicano: Nuevo México, Utah, California y Nevada.

Para cerrar con broche de oro, colocando una cereza en el pastel, sobrevino la Guerra Hispanoamericana,- EE. UU. y España-, en 1898, tras el hundimiento del acorazado Maine en el Puerto de La Habana, culpándose a España de dicho percance. ¡Hoy se sabe a ciencia cierta que España nada tuvo que ver con esta accidental explosión!

 

ACORAZADO MAINE HUNDIDO EN EL PUERTO DE LA HABANA (1898)

Tras esta guerra, España pierde Cuba, Puerto Rico, Guam y las Filipinas en 1902. Esta puede ser básicamente la razón por la cual Cuba no conmemora como fecha nacional el día de su independencia. ¡Cómo si hubiera pasado de noche!

Algo si deja la historia como un axioma: “Todos los imperios caen tarde o temprano, sin importar la resistencia que las clases dominantes opongan a dicho proceso.”

¡Las corrientes del cambio son imparables!

A modo de ejemplo, debe recordarse que en muchas ocasiones se ha escuchado decir que, el más grande error de Fulgencio Batista fué precisamente el de perdonar la vida a Fidel Castro, luego del fallido asalto al Cuartel de la Moncada en 1953. De no haber sucedido esto,- según algunos-, no habría habido ninguna Revolución Cubana.

Parece que quienes así razonan olvidan que, los movimientos revolucionarios no giran alrededor de una persona en particular. Si el líder del momento cae, al instante, aparecerá otro recogiendo la estafeta y continuando el rumbo que la corriente ya ha encausado para el cambio.

Hoy en día, está muy en claro que, el líder mundial está en serios aprietos. Cada vez más y más se le falta el respeto y se le obliga a hacer las cosas no en la forma que éste desea: El caso de Siria es el último claro ejemplo. Ahora, Rusia y China han puesto un alto a EE. UU. y se ha tenido que convocar a una conferencia para poner fín a la guerra civil en esta nación del medio oriente.

ACTUAL GUERRA CIVIL EN SIRIA

Continuando...

A mediados de los 80’s y 90’s las izquierdas amenazaban con alzarse con el poder total por la vía armada en América Latina y el mundo. Tras un juego de fuerzas, de estira y encoge, en América Latina se forzó a las izquierdas a optar por la vía electoral como única vía para alcanzar el poder.

Como los resultados que se han venido dando son preocupantes para las clases dominantes, se ha ideado ahora un nuevo tipo de Coup d’Etat,- Golpe de Estado-, light, el cual es ya conocido de todos.

El mundo verá surgir siempre, personajes como María Josefa Crescencia Ortiz Téllez-Girón, más conocida como Josefa Ortiz de Domínguez o “La Corregidora”,- Valladolid, hoy Morelia, Michoacán, 08 SEP 1768 – Ciudad de México, 02 MAR 1829-, quien fué insurgente de la Independencia de México y esposa del Corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez. Fué ella una de las participantes en la Conspiración de Querétaro y pieza clave para el inicio de la lucha encabezada por el cura Miguel Hidalgo y Costilla en Dolores.

Si la Guerra de Independencia en México hubiera fracasado en ese momento histórico, la Corregidora hubiera sido recordada como una traidora. Sin embargo, la historia es como ahora se conoce y es ella una heroína mexicana, cuyos informes dieron ventajas a los independentistas.

Un día de estos, escuchaba servidor con mucha atención al exguerrillero Giovanni Galeas. Éste afirmaba en una charla televisiva que, al enemigo no se le derrota en la lucha armada, matando hasta el último de ellos,- haciendo referencia a la continuada Guerra Civil en el Estado de El Salvador, ahora en contra de las pandillas-, si no, doblegando su moral. ¡Tremenda verdad!

De no ser cierto lo anterior, EE. UU. no hubiera salido corriendo de Vietnam en 1975, ni la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas,- URSS-, hubiera hecho lo mismo en Afganistán en 1989.

PRESIDENTE OBAMA SALUDANDO CADETES DE WEST POINT

En la actualidad, la corriente política en el mundo es a favor de las izquierdas, aunque no del comunismo. ¡Es una corriente en contra del imperio!

Por supuesto, la caída del imperio no implica que éste habrá de desaparecer totalmente. Solamente es de esperarse un reacomodo de las fuerza políticas y sociales en todas y cada uno de las naciones del orbe. ¡El fín puede estar mucho más cerca de lo que se cree!

¡Saque el lector sus propias conclusiones!

José Roberto Campos hijo

DOM 01 NOV 15