Históricamente,
todos los gobernantes que ha tenido el Estado de El Salvador han sido siempre
personas probas, decentes, honorables, honradas e intachables. ¡Esto queda
probado por el solo hecho que jamás ninguno de ellos ha sido acusado, encausado
ni procesado judicialmente! (¿?)
Jamás
se había acusado a ninguno de los exgobernantes por actos de corrupción ni de
algún otro delito relacionado con la mala e indebida administración pública.
Realmente,
la osadía y atrevimiento del actual Presidente del Estado de El Salvador no
tiene nombre:
¿En
qué malévola mente se pudo haber gestado la idea de denunciar a otro
expresidente por delitos de corrupción y enriquecimiento ilícito?
Lo
que es peor:
¿Cómo
se le pudo haber ocurrido hacer del conocimiento público la investigación en
contra de un expresidente a tan corto plazo antes de realizarse las elecciones
presidenciales, sabiendo que ello habría de
afectar la límpida imagen del máximo partido de derechas en este país?
Hasta ha habido algunos altos miembros de las derechas
que, en su oportunidad se han quejado del despiadado e inmisericorde ataque del
que han sido víctimas las derechas en el anterior período preelectoral. ¡Qué
grosería! (¿?)
Realmente, los nacionalistas y las derechas deben
sentirse molestos por este maléfico y maligno proceder del gobernante actual.
Tal parece ser que, se ha empañado en una forma
injustificada la pulcra imagen de algunas “gente bien”,- mote que se le da en
El Salvador a los que tienen dinero y gozan de prestigio por el solo hecho de
ser ricos-, de las derechas.
En honor a la verdad, el actual Presidente del Estado
de El Salvador podrá no ser santo de la devoción de las derechas, precisamente
porque éste ha tenido la malacrianza de exhibir a varios de sus candidatos y
funcionarios en retrato de cuerpo entero.
Sin embargo, a pesar de los pesares goza de una
popularidad entre el pueblo bastante holgada, aún con el comportamiento
observado en su vida privada.
No hay duda que lo ofensivo de su actuar es hacer algo
a lo que las derechas no están acostumbradas en este país: A que se les exhiba
y desenmascare en forma irrefutable y en forma pública.
Recuérdese al Presidente Clinton en los Estados Unidos
de América y su escándalo con la pasante Monica Lewinski. Lo que quedó en
evidencia con este caso es que, los gobernantes, si logran gozar de la
popularidad de los gobernados, la vida privada de los mismos,- por escandalosa
que sea-, puede a veces ser dejada de lado.
Las derechas se han dado a una campaña de pretendida y
fingida felicidad porque el Presidente Funes dejará la Casa Presidencial a
partir del próximo 01 de Junio del presente año. Como si el mandatario hubiese
dicho alguna vez que jamás dejaría el gobierno. ¡Gracioso! ¿Eh?
Esto no hace más que traer a la mente, la fábula de la
zorra que intentaba infructuosamente alcanzar una parra de uvas que colgaba a
la orilla del camino. Luego de mucho intentarlo, tras muchos saltos e
infructuosos esfuerzos, sonríe y ríe fingidamente y se aleja diciendo en voz
alta: “Al fín y al cabo estaban verdes.”
O parodiando a Roberto Gómez Bolaños,- el Chavo del
Ocho-: “Al fín y al cabo que ni quería.”
Bueno, las derechas exclaman, haciendo un símil con la
zorra de la historia aludida, que están muy felices porque el actual presidente
deja el poder dentro de pocos días, cuando lo que en realidad les incomoda es
que, este funcionario los exhibió públicamente dejándolos en plena evidencia y
contribuyó decisivamente a que no pudieran recuperar el poder.
¡Parece entonces ser que, lo grave de todo no es la
incómoda verdad, si no el hecho de quién la ha hecho pública!
Lo más grave de todo es que, cuando el expresidente
encausado y que está siendo requerido a Panamá, regrese, podría comenzar a
cantar a cambio de la condición de ser considerado como testigo criteriado. ¡Justamente
en este nuevo año electoral!
¡Esto podría llegar a volverse un terremoto
preelectoral!
Bueno, no resta más que seguir celebrando junto con
los supuestos nacionalistas y las derechas porque el actual presidente abandona
el gobierno dentro de unos días. Hay que gritar a todo pulmón: “Te guste o no
te guste, ya te vas.”
Servidor es de los que, en forma personal se alegra
que este gobernante salga de la Casa Presidencial.
¡Este artículo debe ser leído en tono irónico y con
mucha sorna, para captar su verdadera dimensión realista!
¡Saque el lector sus propias conclusiones!
SAB 24 MAY 14
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