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domingo, 20 de octubre de 2019
AUDAX: LA BATALLA DE CULIACAN
AUDAX: LA BATALLA DE CULIACAN: NARCOTRAFICANTES ARMADOS EN CULIACAN, ESTADO DE SINALOA. El Miércoles 14 de Agosto del 2014, servidor ha publicado a través de...
LA BATALLA DE CULIACAN
NARCOTRAFICANTES ARMADOS EN CULIACAN, ESTADO DE SINALOA.
El Miércoles 14 de Agosto del 2014,
servidor ha publicado a través de este mismo blog, el artículo intitulado:
“Estado Fallido: ¿El Salvador?”
Luego de los actontecimientos del
pasado día Jueves 17, en la ciudad capital del Estado mexicano de Sinaloa,
Culiacán, el tema del Estado Fallido ha cobrado de nuevo trascendental
relevancia, precisamente por tratarse de acontecimientos acaecidos en el
territorio del hermano mayor de hispanoamérica.
El término “Estado Fallido” es empleado para
describir un estado que ha fallado en la garantía de servicios básicos. El centro
de estudios Fund for Peace, ha propuesto los siguientes parámetros:
·
Pérdida de control físico del territorio o del
monopolio en el uso de la legítima fuerza.
·
Erosión de la autoridad legítima en la toma de
decisiones.
·
Incapacidad para suministrar servicios básicos.
·
Incapacidad para interactuar con otros estados
como miembro pleno de la comunidad internacional.
Un Estado Fallido se caracteriza por un fracaso
social, político, y económico, teniendo un gobierno tan débil o ineficaz, que
tiene poco control sobre vastas regiones de su territorio, no provee ni puede
proveer servicios básicos, presenta altos niveles de corrupción y de
criminalidad, refugiados y desplazados, así como una marcada degradación
económica. Sin embargo, el grado
de control gubernamental que se necesita, para que un estado no se considere
como fallido, presenta fuertes variaciones.
El término es muy usado para describir un estado
que se ha hecho ineficaz, teniendo sólo un control nominal sobre su territorio,
en el sentido de tener grupos armados desafiando directamente la autoridad del estado,
no poder hacer cumplir sus leyes debido a las altas tasas de criminalidad, a la
corrupción extrema, a un extenso mercado informal, a una burocracia impenetrable,
a la ineficacia judicial, y a la interferencia militar en la política.
Se puede decir que un estado tiene “éxito” si,
en los términos de Max Weber, mantiene el monopolio del uso legítimo de la
fuerza dentro de sus fronteras. Cuando no se da esta condición,- cuando dominan
el panorama los Señores de la Guerra, los grupos paramilitares, y/o se
presentan sistemáticas acciones terroristas-, la existencia misma del estado
resulta dudosa y se considera que existe un Estado Fallido.
Hasta el aparecimiento del narcotráfico y los cárteles,-
carteles-, de dicha “industria”, la mayor fama del Estado mexicano de Sinaloa
había sido la de ser cuna de José Pedro Infante Cruz en 1917 y del famoso
músico Mike Laure veinte años después.
El pasado día Jueves, la historia del célebre narcotraficante
Chapo Guzmán parecía que había tenido fín. Éste, cumple una sentencia de cadena
perpetua en el llamado Alcatraz de las Montañas Rocosas; sin embargo, sus
hijos, los “Chapitos”, se han hecho cargo de la empresa familiar y han
aparecido en el escenario de los Estados Unidos de América,- EUA-.
Tras la condena del Chapo en Brooklin, EUA, la
fiscalía local ha pedido la extradición de al menos diez hijos oficiales del
Chapo. La detención de uno de ellos, Ovidio Guzmán López,- alias el “Ratón”-, el
pasado Jueves, ha permitido al mundo entero ser testigo de la mayor demostración
de fuerza en la cuna del narcotráfico mexicano.
El Ejército mexicano ni siquiera tuvo tiempo de dejar
la casa de la colonia de Tres Ríos donde había detenido al Chapito de 28 años.
Su medio hermano, Iván Archivaldo, se lanzó al rescate con toda la fuerza del
cártel y, en el camino, paró en la prisión de Aguaruto para reforzar sus
efectivos con medio centenar de reos liberados por la fuerza. Un par de
guardias murieron para sobrepasar la seguridad del penal. Luego, más de un
centenar de furgonetas llegadas de todas partes de la región cayeron a tiros
sobre Culiacán.
Los narcos obsequiaron con balas de ametralladoras a
los efectivos de seguridad que aparecían en el camino. Rodearon la casa en la
que casi una treintena de militares conducía el operativo, emboscaron la
comandancia central del Ejército amenazando a las familias de los mandos y
mandaron al gobierno un vídeo en el que ejecutaban a uno de los soldados, dando
un ultimatum para la liberación incondicional del Chapito.
Varios narcos llegaron a toda velocidad en carros, escuchando
corridos y cubiertos del rostro con máscaras tétricas, como se puede apreciar
en vídeos subidos a las redes sociales.
Los narcos iban fuertemente armados y equipados con
chalecos antibalas. Tomaron los puestos de peaje de la autopista, incendiaron
autobuses y aterrorizaron a los visitantes de los comercios ordenando que nadie
saliera de los establecimientos.
Así, los narcos en una operación relámpago y muy bien
coordinada, indudablemente producto de un protocolo preestablecido de antemano
para una eventualidad de este tipo, estaban gobernando esta ciudad de un poco
más de un millón de habitantes en su área metropolitana.
La semejanza con Bagdad, en los peores días de su
guerra, a causa de las columnas de humo era tremenda. El transporte urbano se
detuvo y el aeropuerto se cerró. Las clases se suspendieron incluso el día
Viernes, a pesar que el Ejército claudicó y entregó al detenido el mismo día
anterior.
La humillación para el gobierno de Andrés Manuel López
Obrador,- AMLO-, ha sido mayúscula. Ante la pregunta de si el operativo
respondía a una petición de Donald Trump, el presidente mexicano respondió
crípticamente al reportero: “Le respeto a usted.” La víspera, el propio Trump
había agradecido, sin venir a cuento, “la gran ayuda” de AMLO, a quien en otras
ocasiones ha menospreciado y amenazado con el cierre de la frontera e imponer desproporcionados
aranceles que ya han provocado la caída del peso mexicano.
Otro pronunciamiento que terminó de humillar a AMLO,
fué el del abogado de la familia del Chapo, quien en conferencia de prensa agradeció
“la humanidad” del señor presidente. ¡Una raya más para el tigre!
Los vídeos caseros de Culiacán en estado de guerra y
totalmente sitiada, con padres e hijos bajo los carros escudándose de las balas
y ciudadanos en colchones en centros comerciales, hacen pensar que las
presiones de Trump han sido exageradas y han llevado al gobierno de AMLO más
allá de sus posibilidades.
Al día siguiente, AMLO, comete un nuevo error craso al
aceptar de su propia boca que él mismo ha respaldado la decisión del Gabinete
de Seguridad de liberar al Chapito para “salvar vidas”, porque “la situación se
tornó muy difícil”. Un poco más de una decena de muertos y medio centenar de
heridos desangrándose en las calles avalan esa decisión. “No puede valer más la
vida de un delincuente que la de las personas”, defendió. Entonces, ¿para qué
se embarcó el gobierno junto al ejército en esa aventura infeliz?
México ha temblado desde sus cimientos y su pueblo está
más cerca ahora de comprender a sus vecinos centroamericanos en los otrora días
de las cruentas guerras civiles que han vivido éstos hasta hace un poco más de
veinticinco años.
Si el Ejército, el Secretario de Defensa y AMLO han tenido que hincarse ante la
fuerza del narcotráfico, irónicamente parece que el último recurso de la
población es gritar, como en aquella teleserie cómica,- no dicho en tono de
burla hacia el pueblo mexicano-: “!Oh! Y ahora, ¿quién podrá defendernos?”
Desafortunadamente Roberto Gómez Bolaños no puede acudir gritando y salvando la
situación: “Yo, el Chapulín Colorado.”
A modo de consuelo, AMLO ha intentado tranquilizar al pueblo
asegurando que las cosas son distintas, que esto no ha sido una decisión fruto
de la corrupción con los narcotraficantes sino para “proteger a los ciudadanos”.
¡Ah, vaya, menos mal!
“Aquí no hay contubernio”, ni se les hace la guerra,-
¿no se incomoda a los narcos?-, que en la última década “convirtió al país en
un cementerio”, continúo diciendo el señor presidente. “No se puede apagar
fuego con fuego. Esto es lo que le cuesta entender a muchos.”
La política de AMLO de “abrazos, no balazos” está en
crisis, mientras que la del antecesor que declaró la guerra al narco gana
fuerza en las redes.
VEHICULO BLINDADO DE LOS NARCOTRAFICANTES |
Lapidariamente, el expresidente Vicente Fox tuitió en
una forma muy sarcástica la misma noche del fatídico día: “Se les avisa que por
decreto presidencial a todos los criminales que están soltando balazos y
sobrepasando a la autoridad en Culiacán que se les va a acusar con sus mamás y
abuelitas para que dejen de asustar al pueblo, que vive feliz, feliz, feliz.”
Este infeliz operativo militar y la inmediata respuesta
de los narcotraficantes, es conocido ya como la “Batalla de Culiacán”.
Quizás en un burdo intento por minimizar la humillación y el
fracaso del Ejército y de AMLO, Alfonso Durazo, Secretario de
Seguridad y Protección Ciudadana, ha informado en un mensaje que la captura del
Chapito ocurrió durante un patrullaje de rutina que elementos de la Guardia
Nacional y la secretaría de la Defensa Nacional realizaban. Vistas así las
cosas, ¡no se habría tratado de un operativo previamente planificado y luego fracasado!
Ojalá y este Durazo no sea
pariente del otrora tristemente famoso Arturo Durazo Moreno,- el “Negro
Durazo”-, jefe del Departamento de Policía y Tránsito del Distrito Federal,
durante el gobierno de José López Portillo. ¡Una historia también interesante!
Regresando
al tema en comento:
¡AMLO
lleva tan solo once meses en la presidencia!
¿México
un Estado Fallido?
¿México
continuará doblegándose ante las extremas demandas del norte aún en perjuicio
de la seguridad de sus propios residentes?
¿Se
atreverá México a intentar de nuevo capturar a otro de los Chapitos o a
cualesquiera otro cabecilla del narcotráfico?
¿Quién
detenta el poder fáctico en México, los señores de la guerra,-
narcotraficantes-, o el gobierno?
¡Pareciera
ser que se han establecido nuevos precedentes, límites y referentes en la
relación de los señores de la guerra con el gobierno mexicano!
¡Saque
el lector sus propias conclusiones!
José Roberto Campos hijo
DOM
20 OCT 19
domingo, 18 de agosto de 2019
EL GATO CON BOTAS
EL GATO CON BOTAS
(Ilustración del siglo XIX)
Una historia que sin duda alguna el
lector ha escuchado y/o leído más de una vez en su vida, es “El gato con
botas”,- “Il gatto con gli stivali” o “Cagliuso”, en lengua italiana; “Le chat
botté”, en francés-, cuento popular de origen europeo. Esta narrativa fué
primeramente recopilada a inicios del siglo XVI por Giovanni Francesco
Straparola, y luego por Charles Perrault, bajo el título de “El gato maestro”.
Antes de Perrault, ya había sido presentado por Giambattista Basile como “Cagliuso”.
Tras el reparto de la
herencia de un pobre molinero, éste dejó a su hijo menor, a modo de legado,
únicamente un gato. La decepción del vástago fué tremenda y, hasta consideró
comérselo para no morir de hambre. Sin embargo, la gran sorpresa fué que, el
famoso gato tenía la facultad de hablar y se las podía de todas, todas. El gato
dijo a su nuevo amo que, no se preocupara y que tan solo le proporcionara una
bolsa y un par de botas para caminar en el campo más comodamente y entonces
vería que él,- el gato-, como herencia, no era tan poca cosa.
El
joven heredero no lo pensó mucho y entregó lo solicitado al gato. Éste,
elegantemente calzado, con la bolsa atada al cuello, como primera tarea cazó un
conejo y luego acudió a presentar su caza al palacio del rey: “He acá, Majestad,
un conejo de campo que el Señor Marqués de Carabás,- nombre ficticio para su
amo-, me ha encargado ofrecerle de su parte.” Luego, con un par de perdices y
otros regalos de parte del mismo “marqués”, el gato con botas estuvo pronto en
disposición de saber cuándo el rey y su hermosa hija pasearían por la ribera
del río:
“Si seguís mi
consejo podréis hacer fortuna,- dijo el gato a su amo-; no tenéis más que
meteros en el río en el lugar que yo os indique y después dejadme actuar.”
Así sigue el conocido
instante dentro de la fábula en la que el gato gritaba “¡Socorro! ¡Auxilio!
¡Qué se ahoga el Marqués de Carabás!”
De esta
forma, el joven hijo del molinero, acaba vestido en finos y elegantes ropajes y
subido al coche del propio rey. El gato se adelantó entonces a la comitiva real
y se dirigió a las tierras de un poderoso ogro.
El gato dijo
a los campesinos que trabajaban en esas tierras: “Buena gente que estáis
cosechando, si no decís que todos estos campos pertenecen al Marqués de
Carabás, os haré picadillo como carne de budín.” Cuando el carruaje del rey
pasó junto a los campesinos y éste preguntó quién era el dueño de aquellas
tierras, todos ellos respondieron: “Son del Señor Marqués de Carabás.”
En el
interín, el gato llegó al palacio del ogro y pidió audiencia. Los guardias, sorprendidos
por el gato parlante, abrieron la puerta inmediatamente y lo llevaron ante su
señor.
Al estar
sentados el gato y el ogro, aquél dijo: “Me han asegurado que vos teníais el
don de convertiros en cualquier clase de animal; que podíais, por ejemplo,
transformaros en león, en elefante.” Halagado, el ogro dijo que ello era
cierto, y se transformó en el acto en un rugiente león para demostrar sus
habilidades. El gato lo desafió entonces a transformarse en un animal muy
pequeño, “en un ratón”. Ansioso por impresionar a su invitado, el ogro
respondió convirtiéndose en ratón, pero tan pronto como lo hizo el gato lo tomó
por la cola y se lo tragó entero.
Reclamó
entonces el gato el palacio del ogro como hogar para el recién nombrado Marqués
de Carabás y recibió al rey con su hija. Al final el Marqués consigue casarse
con la princesa, y “el gato se convirtió en gran señor, y ya no corrió tras los
ratones sino para divertirse”.
El anterior
cuento es en extremo muy popular; sin embargo la moralidad de la fábula es en
extremo dudosa, o ninguna en lo absoluto.
Todo el éxito
del joven heredero está basado en una vil cadena de mentiras tejida por un gato
sin escrúpulo alguno. En realidad, el heredero se vuelve copartícipe de la
trama ideada por su felino amigo y goza de los “frutos” de toda la artimaña.
Si algo queda
en claro de esta narrativa, es que a modo de apología, queda en claro que, “El
gato con botas”, deja como clara lección que el engaño y la mentira dan
beneficios más rápida y generosamente que el trabajo duro y el talento.
Para algunos,
la nota más grotesca y antiética, se da cuando el gato amenaza a los campesinos
que trabajan para el ogro, obligándoles a decir que laboran para el Marqués de
Carabás. En una versión moderna, esta situación se presenta suavizada y
atenuada, cuando el gato llega a un acuerdo con los campesinos por el que si
dicen ser siervos del Marqués de Carabás entonces él los librará de la tiranía
del cruel ogro.
En otras
interpretaciones el gato con botas representa el juego de la naturaleza
racional y animal en el destino del hombre. El gato es un animal humanizado que
camina erguido y hasta habla; es un animal que razona y que libera sus
instintos cuando en la historia amenaza a los campesinos y se come al ogro
trasformado en roedor.
¡En la
actualidad, muchísimas personas, políticos y gobernantes echan mano de
estrategias similares! ¿El fín justifica los medios?
¡Saque el lector sus propias
conclusiones!
Jose Roberto Campos hijo
DOM 18 AGO 19
domingo, 7 de abril de 2019
TETO
TETO Y SHUBS
En
realidad era un hombre muy sencillo pero particular, tanto así que suscrito se
divertía molestándolo y acusándolo con motes tales como: “Particulancia
Campos”, “particulación Campos”, “acomodación Campos” y otros por el estilo.
Esto, a la sombra y reflejo de la ilustración jurídica adquirida por quien esto
narra ya como adulto.
Por
su afición al ejercicio, misma que transmitió y legó a servidor, dió siempre la
impresión que habría de vivir perennemente, lo cual a la postre solo denotó una
tremenda ingenuidad de parte de quien estas líneas escribe.
Cuando
nació su primer nieto, se negó rotundamente a ser llamado “abuelo” o “papá
Roberto”. Así, enseñó a José Roberto nieto que, él era otro papá, de ahí fué
conocido inicialmente como “Oto Papá”.
Con
el pasar de los años y con la aparición de más nietos, él llegaría a ser
“Teto”,- a secas-, y la autora de los días de suscrito, tan solo “Shubs”.
Hubo
muchas anécdotas que él trasmitió a servidor y a los demás descendientes, de
las cuales se plasman a continuación dos.
Ana
Carolina, prima propia, dijo una vez un par de pequeñas frases que han calado
profundamente en el corazón, luego de leer otra historia relativa: “!Qué
bonito! ¡Escribí más de eso!”
* * *
José
Roberto Campos Anaya fué nacido un día Miércoles 03 de Marzo de 1937, cuando su
madre, Ana Campos Calvo, contaba con apenas ventitrés años de edad, y su padre,
José Guillermo Anaya era de veintiocho años. Ya en la familia había una niña,
Julia Haydeé, un par de años mayor que Teto.
Cuenta
Teto que, todas las madrugadas, como a las cuatro de la mañana, Anita se
levantaba llevando a sus dos hijos, Teto y Haydeé para la plaza.
Anita
era una mujer trabajadora que debía ganarse la vida honrada pero ardua y
fatigosamente, como vendedora en el improvisado mercado instalado frente a la
Iglesia del bello Izalco.
Teto
y Haydeé, por lo general iban lloriqueando y a pasos desganados atrás de su
progenitora, quien los arreaba cariñosamente, duramente a veces, para que se apuraran
y no se quedaran muy atrás.
Tenía
para entonces, Teto, unos cinco o seis años de edad, así, debía correr el año
1942 o 1943.
José Guillermo
gustaba pernoctar en la cantina, bebiendo copeado, para degustar más largamente
la charla y la noche.
Una de esas
madrugadas, cuando Teto y Haydeé ya marchaban a pasos forzados con Anita para
la plaza, venía en sentido contrario José Guillermo, a dormir luego de una
noche de copas. Al verlo, Anita le dijo: “!Memo, dame un peso!”, a lo cual él,
como respuesta solo alcanzó a espetar seca y fríamente: “!No tengo!”
Contaba Teto que,
Anita solo atinó a suspirar y musitar una típica frase salvadoreña mientras movía la testa hacia los lados: “!A la puta!”
Algún efecto tuvo
eso en Memo, logrando que a partir de ese día, hasta su muerte casi cuarenta y
tres años después, jamás haya vuelto a probar un solo trago de ningún tipo.
* * *
Teto contaba a
servidor que, cuando él estaba de esa misma edad antes narrada, por ser un niño
muy pobre, a veces veía algún jocote,- fruta oriunda de estos lares-, mordido;
con disimulo, él lo empujaba con su pié descalzo,- no tenía zapatos entonces-,
lo iba haciendo a un lado y, cuando creía que nadie lo veía, lo recogía, lo limpiaba
en su sucia camisa y lo comía.
De acá la
costumbre que siempre tuvo él de recoger las frutas caídas, aún mordisqueadas
por las ardillas u otros animalitos. ¡Costumbre que no abandonaría jamás!
Esta última historia
fué así narrada por servidor el día del sepelio de Teto. En claras y pausadas
voces, se hizo hincapié en que, esto no acarreaba verguenza alguna para la
familia, por el contrario, era un gran motivo de orgullo para todos.
* * *
A los dieciséis
años de edad, fué enviado solito a San Salvador, a estudiar en la Escuela
Normal de Maestros Alberto Masferrer. Obtendría luego el bachillerato en el
Liceo de Costa Rica, luego se hizo Ingeniero Civil, para después estudiar una
Maestría en Estructuras de Acero y Concreto en la Universidad Nacional Autónoma
de México. No le bastó y obtuvo una Licenciatura en Economía y una Maestría en
Administración de Empresas en la universidad de los jesuitas en San Salvador.
Si el yerro no cae
sobre el autor, en al menos cuatro ocasiones le dió la vuelta al mundo. Aquel
niño pobre de la plaza pudo luego, por mérito y trabajo propio, darse muchos
gustos, incluido el de atender a sus progenitores.
Anita viajó con
Teto y Shubs en varias ocasiones. Memo era más huraño, pero en un par de veces
logró Teto arrancarlo de su hamaca y perezosa,- silla de descanso-.
¡En uno de esos
viajes, Anita falleció en Alemania Federal! ¡Tremendo golpe para Teto y Shubs,
pero felices de atender a Anita!
A lo largo de su
vida, aprendió a ayudar y a hacerlo en silencio, sin alarde alguno.
Desafortunadamente,
suscrito estaba equivocado y Teto no sería la excepción y acabaría falleciendo
un Viérnes 25 de Enero de este año. ¡Veintinueve mil novecientos trece días
después de haber nacido!
¡Paz Profunda al amado
Teto!
¡Saque el lector sus propias
conclusiones!
Jose Roberto Campos hijo
DOM 07 ABRIL 18
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