El pasado día
15 de Noviembre del 2010, el periódico digital salvadoreño, EL FARO, ha
publicado un artículo en el cual mencionaba que, el periódico EL MUNDO,-
también salvadoreño-, había revelado que, los tres diputados centroamericanos,-
salvadoreños-, y su motorista, asesinados en Guatemala, transportaban una
maleta con US$5 millones y posiblemente 20 kilogramos de cocaína. Además, que
el director de la Policía Nacional Civil,- PNC, salvadoreña-, fué sabedor que,
el diputado William Pichinte transportaba una maleta con dinero.
Así, se
asegura de parte de EL MUNDO que, una estructura criminal guatemalteca asesinó
a los diputados salvadoreños del Parlamento Centroamericano,- PARLACEN-, en el 2007,
con el móvil de robarles el dinero en efectivo que éstos transportaban dentro
de un compartimento secreto de su vehículo.
En su
momento, los periodistas costarricenses Lafitte Fernández y Miguel Jara aseguraron
haber tenido acceso a un informe elaborado por un equipo multinacional y multidisciplinario
conformado por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala,-
CICIG-.
Lo
establecido en dicho informe planteó hipótesis distintas a las que sostenía la
Fiscalía de Guatemala en pleno juicio contra los acusados de la autoría de los
homicidios de los tres diputados centroamericanos y el motorista de ellos.
Según los
expedientes de la CICIG citados por EL MUNDO, el motivo de los homicidios fué
quedarse con el dinero que supuestamente era transportado en dos valijas por el
diputado Pichinte, y el cargamento de 20 kilogramos de cocaína. En cambio, en
el juicio, la fiscalía guatemalteca alegaba que el móvil fué una venganza del
ex diputado del Partido de Conciliación Nacional,- PCN-, Roberto Silva Pereira,
contra el partido Alianza Republicana Nacionalista,- ARENA-, por haber
promovido su desafuero en la Asamblea Legislativa,- AL-, cuando se le descubrió
actos de corrupción y posible lavado de dinero.
El informe
sobre la investigación de la CICIG fué engavetado y los resultados de las
pesquisas nunca se hicieron públicos. Ese informe señalaba como responsables de
la planificación del crimen a las más altas esferas de seguridad pública
guatemaltecas. A ese momento, la mayor parte de funcionarios involucrados estaban
detenidos o muertos: El ex Ministro de Gobernación, Carlos Vielman, el
antiguo jefe de la policía de Guatemala, Edwin Sperissen, y el ex subjefe de
ese cuerpo, Víctor Figueroa. También se menciona al anterior jefe de la
Dirección de Investigaciones Criminales, Víctor Hugo Soto y a uno de los
asesores de Vielman, el venezolano Víctor Rivera, conocido como “Zacarías”.
El homicidio
de los diputados ocurrió el mes de Febrero del 2007, y por el hecho se capturó
a cuatro policías guatemaltecos. Estos policías fueron luego asesinados en la
prisión El Boquerón, y las autoridades acusaron a pandilleros como los
responsables del múltiple homicidio de los agentes. Sin embargo, hubo presos
que aseguraron que hubo una especie de operativo que incluyó vehículos, en los
cuales los asesinos ingresaron al recinto y directamente se dirigieron al lugar
donde estaban recluidos los policías para darles muerte.
Zacarías, uno
de los principales responsables de ordenar la intercepción de los diputados
salvadoreños, según las investigaciones citadas por EL MUNDO, murió también
asesinado al cabo de dos meses.
Según
la publicación de EL MUNDO, la CICIG desestimó la hipótesis que sostuvo la fiscalía
guatemalteca, en la que se señalaba como principales responsables al ex
diputado salvadoreño Silva Pereira y a un ex diputado guatemalteco, Manuel de
Jesús Castillo, conocido como “Manolillo”.
Tal como lo
relata EL MUNDO, fueron, de hecho, los principales implicados en el asesinato
los que estimularon la construcción de la versión en la que Silva Pereira y Manolillo
eran los autores intelectuales del crimen.
El informe
fue desatendido por el entonces jefe de la CICIG, el español Carlos Castresana,
lo que ocasionó la renuncia de buena parte del equipo que elaboró ese informe.
Luego, unas
semanas después, la ex investigadora de la CICIG, la costarricense Gisele
Rivera, dijo en una entrevista a un periódico guatemalteco que, Castresana
había frenado la divulgacióm de una investigación sobre unas ejecuciones
sumarias en la cárcel del Pavón, ocurridas el año anterior a la muerte de los
diputados salvadoreños. Rivera dijo que las autoridades de seguridad pública de
Guatemala estaban involucradas en el crimen, y añadió que el crimen de los
diputados salvadoreños estaba vinculado también a las mismas personas.
* * *
En el mismo
periódico digital EL FARO, aparece publicado el 12 de Mayo del 2014: “La idea
de crear una CICIG para El Salvador la mató el silencio del presidente.”
Héctor Silva Ávalos,
había presentado el libro: “Infiltrados, Crónica de la corrupción en la Policía
Nacional Civil.”
En su libro,
Silva Ávalos,- hijo del ya desaparecido político de centroizquierdas, Doctor
Héctor Silva-, explica que, el entonces presidente Mauricio Funes, perdió la
oportunidad de acabar con la herencia nefasta de la policía salvadoreña y con
la impunidad. Bajo esa lupa explica cómo se frustró la creación de un organismo
similar al que con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas,- ONU-, ha
empujado la lucha contra la impunidad en Guatemala.
En un
principio, el primer gabinete de Seguridad del entonces presidente Funes
prometía profundas reformas al sistema de justicia, que pasaban por una
depuración en la Policía y apuestas valientes por montar en El Salvador una
comisión de investigación similar a la CICIG de Guatemala, que destrabó parte
de la red de corrupción policial, fiscal y judicial, con apoyo de ONU. Sin
embargo, a medio camino Funes cambió todo su gabinete de Seguridad, instaló al General
Munguía Payés como Ministro de Seguridad Pública y derrumbó el muro que
empezaba a construirse.
En su libro, Silva
relata una negociación bajo la mesa entre el gobierno de Alfredo Cristiani y el
FMLN, que permitió que viejas estructuras y prácticas para ocultar el delito se
enquistaran en la nueva institución. Una de las conclusiones del
libro es que todo el Estado de El Salvador vive en connivencia con el
crimen, y una de las grandes puertas por la que el crimen ha entrado ha sido
por la de la Policía.
* * *
En el año
2011, el mismo dirigente del partido de derechas, ARENA, quien fuera director
de la PNC en el año 2007, dijo abiertamente al periódico EL DIARIO DE HOY que, una
“CICIG en El Salvador sería el circo más grande en Latinoamerica”.
Agregó luego
este alto dirigente de ARENA, rechazando la idea de una CICIG en el Estado de
El Salvador que, ello “sería una bofetada a las capacidades de los
salvadoreños”. Por otra parte, añadió que, “en El Salvador cualquier caso que
toque una comisión de esas, si llegara tristemente a existir, sería un caso
altamente político”.
En su
momento, el exmandatario Mauricio Funes pensaba que el trabajo de la CICIG era
interesante y por eso quería solicitar a la ONU, junto al gobierno de Honduras,
financiamiento para crear una instancia de ese tipo en el Estado de El Salvador.
En aquel
entonces, la idea inmediatamente generó resistencias particularmente en las
derechas de ARENA, el principal partido de oposición, cuyo excandidato
presidencial Rodrigo Ávila se sirvió de una entrevista realizada
por Ricardo Chacón de EL DIARIO DE HOY, publicada el 6 de Abril del 2011,
para descalificar, de tajo, toda posibilidad de replicar a la CICIG en El
Salvador.
En ese
entonces, Ávila afirmó que no había necesidad de crear una CICIG en El Salvador
porque en el país “no se están investigando delitos de lesa humanidad, o se
quiere abrir el tema del conflicto armado. Los casos polémicos que se
atendieron y que dieron pié y razón para la existencia de la CICIG en Guatemala
son muy distintos a los casos que tenemos que ver aquí”, señaló el también
exdirector de la PNC.
“En vez de
estar perdiendo el tiempo pensando en cosas que no nos sirven deberíamos mejor
de atender el tema de las pandillas”, aseguraba el excandidato presidencial a
El Diario de Hoy.
(Entrevista a Rodrigo Avila) (Click derecho sobre la foto y luego “Open
Hyperlink”)
Si hay problema, visite la siguiente dirección: https://www.youtube.com/watch?v=vwSRwMlHvzc
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Hace más o
menos cuatro años, las izquierdas simpatizaban con la idea de una CICIG para el
Estado de El Salvador, mientras las derechas la condenaban. ¡Hoy en día los
papeles se han invertido!
Toda persona
tiene el derecho a cambiar de opinión. ¿No?
Pero,... ¿qué
lleva a las personas e instituciones a cambiar tan radicalmente de opinión y
por qué?
¡Saque el
lector sus propias conclusiones!
José Roberto
Campos hijo
DOM 30 AGO 15