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domingo, 30 de agosto de 2015

INVERSION DE ROLES





El pasado día 15 de Noviembre del 2010, el periódico digital salvadoreño, EL FARO, ha publicado un artículo en el cual mencionaba que, el periódico EL MUNDO,- también salvadoreño-, había revelado que, los tres diputados centroamericanos,- salvadoreños-, y su motorista, asesinados en Guatemala, transportaban una maleta con US$5 millones y posiblemente 20 kilogramos de cocaína. Además, que el director de la Policía Nacional Civil,- PNC, salvadoreña-, fué sabedor que, el diputado William Pichinte transportaba una maleta con dinero.

Así, se asegura de parte de EL MUNDO que, una estructura criminal guatemalteca asesinó a los diputados salvadoreños del Parlamento Centroamericano,- PARLACEN-, en el 2007, con el móvil de robarles el dinero en efectivo que éstos transportaban dentro de un compartimento secreto de su vehículo.

En su momento, los periodistas costarricenses Lafitte Fernández y Miguel Jara aseguraron haber tenido acceso a un informe elaborado por un equipo multinacional y multidisciplinario conformado por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala,- CICIG-.

Lo establecido en dicho informe planteó hipótesis distintas a las que sostenía la Fiscalía de Guatemala en pleno juicio contra los acusados de la autoría de los homicidios de los tres diputados centroamericanos y el motorista de ellos.

Según los expedientes de la CICIG citados por EL MUNDO, el motivo de los homicidios fué quedarse con el dinero que supuestamente era transportado en dos valijas por el diputado Pichinte, y el cargamento de 20 kilogramos de cocaína. En cambio, en el juicio, la fiscalía guatemalteca alegaba que el móvil fué una venganza del ex diputado del Partido de Conciliación Nacional,- PCN-, Roberto Silva Pereira, contra el partido Alianza Republicana Nacionalista,- ARENA-, por haber promovido su desafuero en la Asamblea Legislativa,- AL-, cuando se le descubrió actos de corrupción y posible lavado de dinero.

El informe sobre la investigación de la CICIG fué engavetado y los resultados de las pesquisas nunca se hicieron públicos. Ese informe señalaba como responsables de la planificación del crimen a las más altas esferas de seguridad pública guatemaltecas. A ese momento, la mayor parte de funcionarios involucrados estaban detenidos o muertos: El ex Ministro de Gobernación, Carlos Vielman, el  antiguo jefe de la policía de Guatemala, Edwin Sperissen, y el ex subjefe de ese cuerpo, Víctor Figueroa. También se menciona al anterior jefe de la Dirección de Investigaciones Criminales, Víctor Hugo Soto y a uno de los asesores de Vielman, el venezolano Víctor Rivera, conocido como “Zacarías”.

El homicidio de los diputados ocurrió el mes de Febrero del 2007, y por el hecho se capturó a cuatro policías guatemaltecos. Estos policías fueron luego asesinados en la prisión El Boquerón, y las autoridades acusaron a pandilleros como los responsables del múltiple homicidio de los agentes. Sin embargo, hubo presos que aseguraron que hubo una especie de operativo que incluyó vehículos, en los cuales los asesinos ingresaron al recinto y directamente se dirigieron al lugar donde estaban recluidos los policías para darles muerte.

Zacarías, uno de los principales responsables de ordenar la intercepción de los diputados salvadoreños, según las investigaciones citadas por EL MUNDO, murió también asesinado al cabo de dos meses.

Según la publicación de EL MUNDO, la CICIG desestimó la hipótesis que sostuvo la fiscalía guatemalteca, en la que se señalaba como principales responsables al ex diputado salvadoreño Silva Pereira y a un ex diputado guatemalteco, Manuel de Jesús Castillo, conocido como “Manolillo”.

Tal como lo relata EL MUNDO, fueron, de hecho, los principales implicados en el asesinato los que estimularon la construcción de la versión en la que Silva Pereira y Manolillo eran los autores intelectuales del crimen.

El informe fue desatendido por el entonces jefe de la CICIG, el español Carlos Castresana, lo que ocasionó la renuncia de buena parte del equipo que elaboró ese informe.

Luego, unas semanas después, la ex investigadora de la CICIG, la costarricense Gisele Rivera, dijo en una entrevista a un periódico guatemalteco que, Castresana había frenado la divulgacióm de una investigación sobre unas ejecuciones sumarias en la cárcel del Pavón, ocurridas el año anterior a la muerte de los diputados salvadoreños. Rivera dijo que las autoridades de seguridad pública de Guatemala estaban involucradas en el crimen, y añadió que el crimen de los diputados salvadoreños estaba vinculado también a las mismas personas.



* * *



En el mismo periódico digital EL FARO, aparece publicado el 12 de Mayo del 2014: “La idea de crear una CICIG para El Salvador la mató el silencio del presidente.”

Héctor Silva Ávalos, había presentado el libro: “Infiltrados, Crónica de la corrupción en la Policía Nacional Civil.”

En su libro, Silva Ávalos,- hijo del ya desaparecido político de centroizquierdas, Doctor Héctor Silva-, explica que, el entonces presidente Mauricio Funes, perdió la oportunidad de acabar con la herencia nefasta de la policía salvadoreña y con la impunidad. Bajo esa lupa explica cómo se frustró la creación de un organismo similar al que con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas,- ONU-, ha empujado la lucha contra la impunidad en Guatemala.

En un principio, el primer gabinete de Seguridad del entonces presidente Funes prometía profundas reformas al sistema de justicia, que pasaban por una depuración en la Policía y apuestas valientes por montar en El Salvador una comisión de investigación similar a la CICIG de Guatemala, que destrabó parte de la red de corrupción policial, fiscal y judicial, con apoyo de ONU. Sin embargo, a medio camino Funes cambió todo su gabinete de Seguridad, instaló al General Munguía Payés como Ministro de Seguridad Pública y derrumbó el muro que empezaba a construirse.

En su libro, Silva relata una negociación bajo la mesa entre el gobierno de Alfredo Cristiani y el FMLN, que permitió que viejas estructuras y prácticas para ocultar el delito se enquistaran en la nueva institución. Una de las conclusiones del  libro es que todo el Estado de El Salvador vive en connivencia con el crimen, y una de las grandes puertas por la que el crimen ha entrado ha sido por la de la Policía.



* * *



En el año 2011, el mismo dirigente del partido de derechas, ARENA, quien fuera director de la PNC en el año 2007, dijo abiertamente al periódico EL DIARIO DE HOY que, una “CICIG en El Salvador sería el circo más grande en Latinoamerica”.

Agregó luego este alto dirigente de ARENA, rechazando la idea de una CICIG en el Estado de El Salvador que, ello “sería una bofetada a las capacidades de los salvadoreños”. Por otra parte, añadió que, “en El Salvador cualquier caso que toque una comisión de esas, si llegara tristemente a existir, sería un caso altamente político”.

En su momento, el exmandatario Mauricio Funes pensaba que el trabajo de la CICIG era interesante y por eso quería solicitar a la ONU, junto al gobierno de Honduras, financiamiento para crear una instancia de ese tipo en el Estado de El Salvador.

En aquel entonces, la idea inmediatamente generó resistencias particularmente en las derechas de ARENA, el principal partido de oposición, cuyo excandidato presidencial Rodrigo Ávila se sirvió de una entrevista realizada por Ricardo Chacón de EL DIARIO DE HOY, publicada el 6 de Abril del 2011, para descalificar, de tajo, toda posibilidad de replicar a la CICIG en El Salvador.

En ese entonces, Ávila afirmó que no había necesidad de crear una CICIG en El Salvador porque en el país “no se están investigando delitos de lesa humanidad, o se quiere abrir el tema del conflicto armado. Los casos polémicos que se atendieron y que dieron pié y razón para la existencia de la CICIG en Guatemala son muy distintos a los casos que tenemos que ver aquí”, señaló el también exdirector de la PNC.

“En vez de estar perdiendo el tiempo pensando en cosas que no nos sirven deberíamos mejor de atender el tema de las pandillas”, aseguraba el excandidato presidencial a El Diario de Hoy.






(Entrevista a Rodrigo Avila) (Click derecho sobre la foto y luego “Open Hyperlink”)

Si hay problema, visite la siguiente dirección: https://www.youtube.com/watch?v=vwSRwMlHvzc



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Hace más o menos cuatro años, las izquierdas simpatizaban con la idea de una CICIG para el Estado de El Salvador, mientras las derechas la condenaban. ¡Hoy en día los papeles se han invertido!

Toda persona tiene el derecho a cambiar de opinión. ¿No?

Pero,... ¿qué lleva a las personas e instituciones a cambiar tan radicalmente de opinión y por qué?



¡Saque el lector sus propias conclusiones!



José Roberto Campos hijo
DOM 30 AGO 15



domingo, 16 de agosto de 2015

¿PENA DE MUERTE EN EL ESTADO DE EL SALVADOR?





LA HORCA





A lo largo de su historia, el Estado de El Salvador ha tenido seis códigos penales: 1826, 1859, 1881, 1904, 1973 y, el actual de 1998.

En la actualidad, la Pena de Muerte,- PM-, o Pena Capital, está aún vigente, aunque solamente como pena principal para delitos militares.

Las anteriores constituciones del Estado de El Salvador han prescrito la PM para delitos comunes; sin embargo, en la actual Constitución de 1983 dicho castigo solamente es aplicado si:

“Art. 27.- Sólo podrá imponerse la pena de muerte en los casos previstos por las leyes militares durante el estado de guerra internacional.
...
...”

Al momento de entrar en vigencia la Constitución de 1983, eran seis o siete los condenados a muerte que esperaban su cita ante el pelotón de fusilamiento. Las penas de éstos fueron conmutadas por la de 30 años de prisión. El último fusilado en el Estado de El Salvador ha sido el homicida Juan Antonio Centeno Martínez,- alias la “Culebra”-, el Jueves 20 de Agosto de 1970, gracias a la permisión de la retroactividad de la ley cuando ésta favorece al delincuente.

Así, también se puede decir que, en el Estado de El Salvador se ha suprimido la PM, excepto para ciertos delitos establecidos por las leyes militares y que se cometan durante una guerra internacional.

El concepto “pena” tiene su origen en el término latino poena” y hace referencia al castigo impuesto por un juez o un tribunal, de acuerdo a lo estipulado por la ley y que, tiene como fín sancionar a quien haya cometido un delito o falta realmente grave en perjuicio de otro o de la sociedad entera. ¡A este tipo de falta se le llama Delito Capital!

La PM se enmarca dentro de las penas corporales, ya que el castigo tiene un efecto directo sobre el cuerpo del sancionado. Este castigo, como su nombre lo indica, consiste en quitar la vida a la persona que ha sido encontrada culpable de una falta realmente grave.

No es que el Estado quite el derecho a la vida del culpable, es solo que el Estado retira este derecho al culpable para protección del resto de la sociedad, dada la gravedad del tipo penal en el que ha incurrido éste. ¿Trampa dialéctica? No.

La PM tiene sus orígenes en la Ley del Talión,- “Ojo por ojo, diente por diente”-, recogida del Código de Hammurabi en el siglo XVII A. C.

A lo largo de la historia, son muchas las personalidades, que han apoyado este castigo: Platón, Aristóles, Tomás de Aquino, Jean-Jacques Rousseau, Inmanuel Kant y Georg Wilhelm Friedrich Hegel, entre otros.

Estados Unidos de América,- EE. UU.-, es un país que mantiene vigente la PM en algunos de sus Estados, a pesar que desde instituciones y organismos como la Unión Europea se ha intentado que lleve a cabo la abolición de la misma. Es también importante hacer notar que, en aquella nación los condenados a la PM son ajusticiados mediante la inyección letal, procedimiento mediante el cual de manera continua y por vía intravenosa, se inyecta al condenado en una cantidad que resulta mortal, un barbitúrico de acción rápida que va mezclado con un paralizante.



INYECCION LETAL



En la actualidad, la mayoría de los países han abolido la PM porque es considerada un método bárbaro que atenta contra la dignidad y los derechos humanos. ¿Y los derechos humanos de la víctimas?

Sin embargo, hay también quienes cuestionan este castigo desde un punto de vista práctico: Los jueces, así como los abogados defensores son humanos. Se puede así cometer errores, castigando a un inocente, sin posibilidad alguna de reparación futura del equívoco. También se puede condenar a un inocente por una investigación maliciosa y tendenciosa o por malas pruebas. ¡Situaciones posibles!

El fusilamiento, la horca, la cámara de gas, la inyección letal, la silla eléctrica y la lapidación son algunos métodos utilizados para aplicar la PM.

!
El tema de la Pena de Muerte es realmente muy controvertido!

Los simpatizantes de la PM opinan que, la misma reduce el delito, previene su repetición y es una forma ejemplarizante de castigo para el asesinato,- por ejemplo-. Los detractores argumentan que no reduce el crimen en mayor medida que la cadena perpetua; es peor que el delito; y, es una discriminación de hecho contra las minorías y los pobres que no cuentan con los recursos suficientes para defenderse en forma calificada y adecuada.

Los más de los países donde aún se aplica la PM son de mayoría musulmana, y en ninguno de éstos se ha abolido la misma,- excepto en Turquía-, siendo en ellos en ocasiones particularmente problemática su aplicación a ciertos hechos que por motivos culturales o religiosos se entienden inmorales, y que en muchos otros países ni siquiera son delictivos.



* * *

 

SEPELIO DE MOTORISTA ASESINADO POR LAS MARAS




¿Qué sucede en el caso que, en un territorio, grupos criminales y la sociedad misma,- aprovechando ésta la impunidad-, “imponen” la PM a su antojo?

Pareciera que, la anterior cuestión es una mera trampa dialéctica, pues estos grupos criminales y la sociedad misma están delinquiendo día a día en contra de sus congéneres.

El Estado de El Salvador cuenta en la actualidad con una población aproximada de 7.5 millones de habitantes y cada día,- en promedio-, se ha llegado ahora la cifra record de casi 30 muertes violentas.

Según los datos oficiales, dos tercios de estas muertes son causadas por las hordas criminales de las maras o pandillas: 20 muertes al día.

El resto de las muertes violentas, es causada por la ausencia de temor ante la consabida impunidad que existe en este Estado Fallido: 10 muertes al día.

Sabiendo el resto de la población que la impunidad está entronada e institucionalizada en el Estado de El Salvador, es realmente fácil que, cualesquiera persona pueda dar rienda suelta a su odio o necesidad de venganza,- justificada o no-, contra otro, con la cuasi certeza y tranquilidad que, dificilmente habrá de ser descubierto y procesado judicialmente. ¡La aplicación violenta del Derecho se ha vuelto harto sencilla!

En la Criminología, la Cifra Negra,- también llamada “Zona Oscura” de la criminalidad-, constituye el número de delitos y delincuentes que no han llegado a ser descubiertos o condenados.

La Cifra Negra, en el Estado de El Salvador ronda el 55% al 57%. ¡Muy alta en realidad! ¡De nuevo, todo hace pensar que, el Estado de El Salvador es un mero Estado Fallido!



PANDILLERO DETENIDO (SEÑOR DE LA GUERRA)



Con todo, hay que reconocer que, la PM ha sido reinstaurada de facto en el territorio salvadoreño por parte de los Señores de la Guerra,- maras o pandillas-, y está siendo manejada inmisericorde y antojadizamente por éstos, quienes deciden todos los días, quienes deben morir por causar las siguientes “ofensas”: a) Negativa de la persona víctima de la extorsión a pagar la “renta” a la pandilla; b) Negativa de los empresarios del transporte a acatar los “paros”; c) Negativa de la persona a no ingresar a un territorio al cual la “pandilla” le ha prohibido el acceso; y, d) Otros por el estilo.

Una historia verídica escuchada recientemente por servidor:

Un anciano residente en el Municipio de San José Villanueva, Departamento La Libertad, llega de visita donde una señora amiga de él. Le comenta aquél que llega a despedirse porque dentro de poco habrá de morir. Es que los de las maras le han dicho que debe él salir de su casa, caso contrario le habrán de dar muerte. La gran falta de este anciano ha sido: Siempre que se suscitaba algún problema en su vecindario, avisaba él a la policía, mediante llamada al teléfono 911.

Le responde angustiada la señora que, debe irse de inmediato del lugar donde vive. Él le replica que ya está viejo, solo y sin dinero, además no quiere andarse escondiendo. ¡Unos días después, el anciano aparece asesinado!



¡Saque el lector sus propias conclusiones!



José Roberto Campos h.
DOM 16 AGO 15

domingo, 2 de agosto de 2015

MEFISTO






MEFISTO



Es bien sabido por todos los residentes del Estado de El Salvador que, en su momento, el anterior Presidente, Mauricio Funes, avaló,- ¿negoció?-, una tregua entre las pandillas a fín de lograr un descenso en el número de homicidios en este territorio.

Luego de un poco más de un año de tregua, ya para el mes de Mayo del 2013, la misma se había roto y Funes responsabilizó de ello a la pandilla Barrio 18.

“Lamentablemente como es una tregua suscrita por pandillas y no por el gobierno y las pandillas, no deja de tener cierta fragilidad en la medida que depende de la voluntad de las pandillas. Una de las pandillas decidió romper la tregua o al menos dejar de cumplir los compromisos que había adquirido: El Barrio 18 (…) son estos quienes están asesinando y han hecho que los homicidios se incrementen”, aseguró Funes entonces.

Durante poco más de un año la tregua consiguió desplomar la incidencia de muertes violentas de 14 a 5 diarias. Luego de rota la tregua, se dió un incremento de los números.

El exdiputado Raúl Mijango, principal mediador,- operador-, de la tregua, restó cualquier importancia a la percepción que Funes tenía de la tregua: “Ese señor ya en un mes se va”, comentó, haciendo referencia a los días que faltaban entonces para que Funes entregara el poder a su sucesor, Salvador Sánchez Cerén.

“Esos son cuentos chinos, a él lo tienen mal informado”, aseguró Mijango, en referencia a la versión que el Barrio 18 había decidido romper con la tregua. “¿Quién puede dar partida de defunción de este proceso? ¡Las pandillas! Por eso yo no me asusto con lo que diga el presidente. Me voy a asustar cuando las pandillas me digan que ya no van más”, comentó.

Mijango insistía en que, el incremento de homicidios se debía a las dificultades que el ministro de seguridad pública había impuesto a los mediadores, refiriéndose a la restricción de ingresar a cárceles y de trasladar a los líderes nacionales de las pandillas a una sola cárcel para que sostuvieran reuniones de discusión directa. Sin embargo, ya en ocasiones anteriores Mijango había conseguido operar para volver a disminuir el número de asesinatos. Pero en esta ocasión, según el mediador, era más difícil hacerlo porque la tregua se había deteriorado mucho más con el paso del tiempo: “Las tensiones se han elevado”, explicaba.

Al inicio de la tregua en el 2012, hasta se llegó a involucrar a la Organización de Estados Americanos,- OEA-, para que sirviera de garante y de verificadora de dicho “proceso de paz”.

En un momento, Funes llegó a decir públicamente que, al Estado le salía más barato dar una “renta” mensual a las pandillas, para que las mismas bajaran la cifra de muertes violentas.

¡¿Una renta nacional?!

¡¿El Estado de El Salvador siendo extorsionado oficialmente?!

Por su parte, los pandilleros, al momento de haber bajado el número de muertes violentas, fueron cuestionados respecto al hecho que las extorsiones no cesaban. La respuesta de éstos fué en extremo curiosa y descarada: “!De algo tenemos que vivir!”

¡Se había negociado y pactado con el mismo Diablo!

¡Se había realizado un Pacto Satánico!

El expresidente Mauricio Funes, asegura que se arrepiente de no haber apoyado aún más la tregua entre las pandillas, para hacer un proceso sostenible y no solamente de coyuntura como el ocurrido desde 2012 hasta casi un año después. ¡Sin embargo, reiteró que su gobierno nunca negoció con delincuentes! (¿?)

Funes alega que, su gobierno no negoció con las pandillas y nunca se les dio más beneficios a los líderes de las mismas que los que la ley manda, aunque reconoció que dicho proceso permitió reducir los homicidios.

Además, aseguró que la “tregua estaba pegada con saliva”, al referirse que todo dependía de la voluntad de las pandillas y el gobierno central no tenía control de la misma, pero reiteró que lo que más se necesitaba era recursos para la prevención de la violencia.

En el 2014, al inicio de la presente administración, el exmandatario aseguró que el actual gobierno se equivocaba al asegurar que no se negociaría con pandillas como se hizo antes y lo que se debe decir es que, “no se pactó” ni se pactará con estas estructuras criminales.

Finalmente, Funes reiteró que vió con buenos ojos que los líderes de las pandillas fueran trasladados al centro de máxima seguridad de Zacatecoluca, aunque afirmó que aún faltaba comprobar que ellos eran quienes estaban ordenando delitos desde las cárceles, ya que no se les había imputado nuevos ilícitos ni se seguían nuevos procesos penales contra ellos.

Las nuevas autoridades de seguridad, sin embargo, afirmaron que. parte de la decisión de devolver a esos criminales a “Zacatraz”,- palabra creada de la unión del Municipio de “Zacatecoluca”, donde se encuentra dicho penal, y el famoso “Alcatraz”-, era porque se había comprobado su participación en el alza de homicidios.

El actual Presidente, Salvador Sánchez Cerén, reconoce que, la tregua que hubo entre las pandillas entre Marzo de 2012 y Mayo de 2013, les permitió crecer y fortalecerse a estos grupos ilegales, a los cuales les atribuyó ser los principales responsables de la espiral de violencia que golpea a la sociedad salvadoreña.

Sánchez Cerén era vicepresidente del gobierno del expresidente Mauricio Funes cuando las pandillas acordaron hacer una tregua entre esos grupos para reducir los asesinatos. Una situación de la que el Ejecutivo trató de desligarse argumentando que solo facilitó ese proceso al que se denominó de pacificación.

“En años anteriores, (la violencia) disminuyó porque hubo un entendimiento entre las pandillas. Nosotros no quisimos seguir esa estrategia porque eso lo que permitió fué que las pandillas se incrementaran, que las pandillas se fortalecieran, y nosotros cambiamos la estrategia y entonces se incrementó (la violencia)”, dijo Sánchez Cerén, al tratar de desligarse de la tregua entre las pandillas, la cual ha sido cuestionada duramente por distintos sectores.



Fiódor Chaliapin como Mefistófeles (1910)



Mefistófeles,- llamado también Mefisto y otras variantes-, es un demonio del folklore alemán, considerado como un subordinado de Satanás, encargado de capturar almas, o bien como un personaje arquetipo del mismo Satanás.

Desde el Renacimiento era ya conocido por este nombre, forma de la cual se deriva una de sus posibles etimologías, según la cual el nombre significa: “El que no ama la luz.”

Extendido por el Romanticismo y universalizado por el “Fausto”, Mefistófeles simboliza el proceso de pérdida de fé y concreción a lo práctico y material, según un sistema moral propio de las sociedades avanzadas como consecuencia de la Revolución Científica y la Revolución Industrial.

Este demonio es presentado muchas veces como una figura tragicómica, atrapado entre su victoria al lograr que las grandes masas dejen de considerar a Dios en el centro de todas las cosas, y su derrota al perder su propia relevancia por el mismo motivo.

En el aspecto gráfico, se muestra a Mefistófeles como la representación más refinada del mal, ataviado con ropas fastuosas dignas de la nobleza, con una mente fría, racional y con un alto nivel de lógica, misma que utiliza para atrapar mentalmente a las personas y hacer que sigan sus designios.

Mefistófeles es el personaje clave en todas las versiones de “Fausto”, siendo de éstas la más popular la del escritor alemán Johann Wofgang von Goethe. Sin embargo, es en la obra de Christopher Marlowe,- anterior al Fausto de Goethe e inspiración de éste-, donde aparece este personaje por primera vez.

En la trágica historia del Doctor Fausto, Mefistófeles se le aparece a este doctor,- un viejo científico, cansado de la vida y frustrado por no llegar a poseer los conocimientos tan amplios que desearía tener-, quien decide entregar a este demonio su alma a cambio de alcanzar la cumbre de la sabiduría, ser rejuvenecido y obtener el amor de una bella doncella.

En esta historia literaria, el científico y ocultista alemán forja en su vida los parámetros culturales del Pacto Satánico.

El Pacto Satánico entre Fausto y Mefistófeles, es realizado a cambio de conceder a aquél, sabiduría, fama, dinero y placeres durante veinticuatro años consecutivos, con lo que se asegura éste la adquisición del alma de aquél una vez cumplido el plazo.

El mito de la compra de almas y prebendas espirituales es antiguo y aparece en diversas culturas, pero ninguno es comparable al modelo establecido por Mefistófeles y Fausto.

La personalidad de Mefistófeles es muy ambigua. Por un lado se le presenta como una figura trágica, como un obsesionado con desviar a los hombres geniales del camino de la justicia. Por otro lado, aparece como un representante refinado y exquisito del mal, dueño de una mente fría, calculadora, racional, con una poderosa lógica discursiva.

Tal vez por eso, a lo largo de toda su historia, Mefistófeles se decanta por aquellos que no se conforman con la rigidez de los dogmas o las estrechas paredes de la verdad revelada.




Mefistófles en pleno vuelo



¿Justifica,- incluso-, la mejor de las intenciones negociar con el Diablo?

¡Mefistófeles es implacable al momento de hacer cumplir lo pactado con él a la hora de cobrarse!

Mefistófeles aplica al pié de la letra el aforismo latino que reza:

Pacta sunt servanda! (¡Los pactos deben ser cumplidos!)



¡Saque el lector sus propias conclusiones!



José Roberto Campos h.
DOM 02 AGO 15