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jueves, 2 de noviembre de 2023

¿LEGÍTIMA DEFENSA O CRIMEN DE GUERRA?

 


PALESTINO CARGA A SU PRIMA FALLECIDA DURANTE BOMBARDEO

 

Toda persona que se ve sometida a una agresión injusta y/o ilegítima que ponga en peligro sus bienes jurídicos, incluyendo hasta su vida misma, los de sus familiares o de sus congéneres, tiene el derecho a protegerlos mediante la aplicación de la legítima defensa, aún y cuando ello pueda conducir a la muerte del agresor o agresores. La legítima defensa implica irresponsabilidad,- jurídica-, inimputabilidad y absolución para quien ha actuado ejerciéndola para proteger esos bienes jurídicos.

 

Como causal de irresponsabilidad, la legítima defensa es una de las más justificadas reacciones del individuo, encontrando amparo en la filosofía, en la religión y en casi todas las legislaciones del mundo. Sin embargo, la legítima defensa implica una conditio sine qua non: “La respuesta debe ser justificada y de un modo racionalmente necesario y proporcional.”

 

Varios autores opinan que la defensa ejercida por alguien que repele una agresión injusta, más que legitima es justa, porque la legitimidad emana de la ley y conlleva en su entraña un profundo contenido de justicia. La sociedad no pude ver en la persona que realiza un acto de tal naturaleza, un factor negativo o peligroso, tan solo un individuo celoso de sus derechos, consciente de sus actos, riguroso en la defensa de sus privilegios humanos y por consiguiente la razón del hombre que se defiende así es anterior y superior a la ley.

 

Recapitulando: la legítima defensa es una causa eximente de responsabilidad penal, necesaria para impedir o repeler toda agresión injusta de bienes propios y/o de terceros.

 

De esto, los requisitos de la legítima defensa son básicamente cuatro: a) una agresión ilegítima e injustificada sobre bienes jurídicos protegibles en el momento mismo de respuesta, no como respuesta a un daño causado hace algunos meses, por citar un ejemplo; b) la defensa debe ser racional y proporcional a la agresión sufrida. Como ejemplo extremo, no puede justificarse que el dueño de una tienda mate a un niño en el momento en que el pequeño pretendía robar unas golosinas; c) tiene que existir una falta de provocación de parte de quien alega ejercer la legítima defensa; y, d) debe existir un elemento subjetivo de la actuación en defensa, esto es, que el defensor debe estar consciente que se dan los presupuestos objetivos de la legítima defensa y su intención debe ser la defensa.

 

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Se considera crimen de lesa humanidad o crimen contra la humanidad, cualquier atrocidad y delito de carácter inhumano, que forma parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, cometido para aplicar las políticas de un Estado o una organización.

 

El crimen de lesa humanidad es uno de las cuatro clases de crímenes que la ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS,- ONU-, considera de mayor trascendencia para la comunidad internacional, junto al genocidio, crimen de guerra y el crimen de agresión, conceptos que comenzaron a ser definidos luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Por favor, no olvide el lector que solamente se juzgaron los crímenes de guerra cometidos por los perdedores, no así las masacres cometidas por los vencedores en contra civiles, como el caso de Asia al final de la guerra, por ejemplo.

 

Los crímenes de lesa humanidad, cometidos como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, incluyen una gama de delitos contra las personas: homicidio, esclavitud, violación y demás actos de violencia sexual grave, traslado forzoso de población, tortura, detenciones arbitrarias, desaparición forzada, persecución de determinados grupos de la población, segregación racial y en general aquellos actos cometidos con la intención de causar grandes sufrimientos o atentar gravemente contra la integridad física o la salud mental o física de las víctimas.

 

Ningún ejército del mundo puede justificar crímenes de guerra en contra de una población civil por el solo hecho que ésta simpatice o brinde apoyo al enemigo, o aún bajo la justificación de considerarla “animales humanos”. En este concepto no hay que detenerse en diálogo de sordos o diálogo de besugos, solamente baste decir que así ha sido llamada públicamente, hace algunos días la población palestina de la Franja de Gaza, misma a la que se le ha negado agua y comida.

 

Cómo es la vida, hay que recordar que en su momento, Adolf Hitler llamó despectivamente a los judíos, gitanos, eslavos, ucranianos, polacos, serbios y rusos: “Untermenschen”, traducido libremente como “infrahombres” o “subhumanos”.

 

El mismo país que se ha atribuido la calidad de policía del mundo, ese mismo que alega ser poseedor de la “única verdad absoluta”, mismo que tiene la “autoridad” para declarar si un estado es fallido o no,- enemigo o aliado, respectivamente-, es el que ahora osa acusar de crímenes de guerra a un invasor en Europa, mas no a su pequeño pero gran y poderoso aliado, que es quien en verdad lleva las riendas del policía, aún y cuando ambos cometen los mismos actos en contra de civiles, mientras Europa Occidental apenas hace algo.

 

Por lo menos, la ONU, en ya un par de ocasiones, ha dicho públicamente que lo que se está haciendo con la población civil palestina en la Franja de Gaza, constituye a todas luces crímenes de guerra. ¡Algo es algo!

 

En su momento de gran poder, Hitler, invistió con un velo de intocabilidad a sus soldados y cualquier civil que causara daño a uno de ellos, lo pagaba con la vida; con los años, el vencedor de la Segunda Guerra Mundial haría lo mismo, pues sus soldados no pueden ser juzgados ni por crímenes comunes cometidos en suelo extranjero, solamente en tribunales propios.

 

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NIÑO PALESTINO JUNTO A CADÁVERES


No hay justificación para el crimen de guerra cometido el pasado día 7 de Octubre del presente año en contra de civiles en suelo israelí de parte de Hamas; sin embargo, igual de repudiables son las masacres de las que día a día es víctima el pueblo palestino en la Franja de Gaza.

 

No puede constituir excusa absolutoria, el alegato que se está avisando con tiempo a la población, para que proceda a retirarse a otra parte porque habrá bombardeos en dicha zona y, además, que si se quedan en ese lugar los civiles, es porque son cómplices de Hamas. ¡Vaya justificación para crímenes de lesa humanidad amparados por la “legítima defensa”!

 

Bajo ninguna excusa, pueden ser los civiles blanco de ataques deliberados. Pero, bueno, al fín y al cabo, todo esto deviene como resultado del hecho que el policía del mundo no entra en razón y no acepta que hay otros que ahora detentan un poder mundial que es ahora compartido. ¡Esto siempre ha sido así a lo largo de la historia, pues el poder en declive no entrega la estafeta así por que si!


“Afortunadamente”, parece que la cosa no pinta para tan grave, pues según palabras del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lo que se está realizando es una “Guerra Santa de Aniquilación”.


Los crímenes de guerra son atribuibles a los que dan las órdenes, a los que las obedecen, son imprescriptibles y no importa que la legislación nacional no los reconozca.

 

Ya quedó muy en claro que las autoridades israelitas conocían del ataque y lo permitieron aún a pesar que el segundo mejor equipo de inteligencia del mundo, el propio, lo sabía con certeza.

 

Dos frases acuden en este momento a la memoria de quien estas líneas escribe:

 

De Oscar Wilde, autor de “El retrato de Dorian Gray”: “Por más rápido que corra un hombre, su pasado siempre lo alcanzará.”

 

Y, como dijera muy atinadamente George Orwell, mismo autor de “Rebelión en la Granja”: “Quien controla el presente controla el pasado y, quien controla el pasado controlará el futuro.”

 

 

 

¡Saque el lector sus propias conclusiones!

 

 

 

José Roberto Campos h.

JUE 02 NOV 23

 

 

 


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