Un territorio que por poco excede los veinte mil kilómetros cuadrados, apenas un centésimo del territorio de los Estados Unidos Mexicanos; sin costa en el Océano Atlántico; el más pequeño de los siete en los que actualmente está dividida Centro América, pero el más densamente poblado con poco más de siete millones y medio de habitantes; un lugar en el que sus residentes están totalmente hartos de los partidos tradicionales, sintiéndose impulsados y motivados a castigar a éstos con su voto en contra; un lugar en el que tradicionalmente los institutos políticos emergentes embelesan con su canto de sirena con promesas que no se llegan a concretar; un sitio en el que ya nada sorprende y casi todo es escándalo; un lugar en el que los diputados, alcaldes y funcionarios se involucran en desmanes, accidentes de tránsito con saldos fatales y nada sucede; un lugar en el que las buenas noticias y alegrías realmente son echadas de menos: ¡Así podría describirse sucintamente este bello y minúsculo territorio que actualmente ocupa El Salvador!
¡Por
favor, algo bello debe poder decirse de El Salvador!
La
población local de este minúsculo Estado, mismo que “no debería existir”, como
lo afirmara enfáticamente en Mayo del 2006 el cantante italiano Tiziano Ferro
en una entrevista en su país,- sí, el mismo imprudente y “gracioso” que dijera
que las mujeres mexicanas no eran las más bellas del mundo por ser bigotonas-,
goza de la fama de ser la más cálida, acogedora y hospitalaria en toda Centro
América.
¿Sirve
eso de algo?
Este
día aparece un artículo en un rotativo capitalino, mencionando una familia
italiana en su obligada y larga estadía en El Salvador. Este grupo familiar,
conformado por una pareja de jóvenes esposos,- Sebastien Bellet y Alberta
Spinazze-, junto a sus dos hijas, Angela de 12 años y Anna de 10, se ha visto
“atrapado” desde el día 12 de Marzo hasta el 28 de Agosto del presente año, precisamente
por la pandemia del CORONAVIRUS y por el cierre de las fronteras centroamericanas.
El viaje ha finalizado cuando por vía aérea han logrado retornar a Italia. ¡169
días en El Salvador!
En una aventura llamada por la misma familia: “Happy Family BIO Cycling”, el viaje de ellos ha iniciado el pasado 11 de Enero 2016 en Ushuaia, Argentina, en bicicleta, teniendo como meta final California, en los Estados Unidos de América.
¿Qué
ha dicho esta familia sobre su obligada larga visita a El Salvador?
En
palabras de Sebastien: “Hemos descubierto un paraíso, lo hemos llamado “el
Jardín del Edén”. Creo que en todo el viaje no pudimos haber encontrado un
lugar mejor. Hemos visto la naturaleza aquí en la Cooperativa Los Pinos. Hemos
podido sacar aspectos positivos de la pandemia y gozar este tiempo parados en
familia.”
Esta
cooperativa cafetera está ubicada en el municipio El Congo, en el occidental Departamento
Santa Ana. Los italianos han convivido con lugareños, comido muchas pupusas y
demás manjares locales. Han estudiado,- como ellos apuntan-, aprendido, ayudado
a plantar árboles y conocido a gente sencilla pero cariñosa y amorosa que los
ha prodigado de atenciones y cuidados.
Estos
italianos han venido a mostrar a los locales, la belleza que se tiene acá. Y es
que, una vez que toda población oriunda se acostumbra a ver las bellezas en
forma cotidiana, pierde el aprecio por lo que la madre Naturaleza ha colocado
al alcance, frente a los propios ojos.
En cierta ocasión, charlando con unos clientes extranjeros, comentaron ellos a quien esto redacta que, les fascinaba la inigualable vista del Volcán de San Salvador, apreciable desde la oficina. ¡Realmente es bello ver ese León dormido!
Luego
de la lectura de todas las líneas de arriba, no se debe olvidar mencionar que,
es realmente agradable escuchar este tipo de expresiones referentes a El
Salvador. ¡No todo es caótico, todas las naciones tienen graves problemas, todos
los estados adolecen de problemas similares y hasta más graves!
Hace
unos días también se ha publicado otro artículo similar, pero más escueto, de
la aventura de una familia alemana en su viaje por toda América y quien también
había estado “atrapada” en El Salvador.
Estos
visitantes europeos no se han hospedado en hoteles cinco estrellas, tampoco han
andado paseando en centros comerciales. No es eso lo que busca el turista en
esta nación. El turista busca lo diferente, lo que no ve en su tierra y gusta
mucho sentirse cómodo, apreciado y bienvenido.
Apuntalando
a las cosas bellas que deben ser dichas sobre este pequeño y acogedor estado
salvadoreño, es de hacer hincapié en que su población es muy dada a compartir
lo poco que tiene con sus huéspedes, con sus visitantes. La gente pone mucho
énfasis y empeño en hacer sentir cómodo y bienvenido al foráneo. ¡Ello es algo
que puede lograr que el turista recomiende a este terruño como un lugar que
vale la pena ser visitado!
La
historia de esta familia italiana ha inyectado una gran dosis de esperanza, optimismo
y agradecimiento hacia esos turistas que se han volcado en expresiones hermosas
y bellas hacia este minúsculo territorio que… “no debería existir”.
¡Saque
el lector sus propias conclusiones!
José
Roberto Campos h.
DOM
13 SEP 20
Gracias por escribir aspectos positivos de nuestra patria
ResponderBorrarEnhorabuena
Hola nSassie, alias, José Robero. Qué encanto de artículo. Presto se los reenvío a mis hijos que DESDEÑAN tanto densu terruño. Dios tiene un proposiyo en todo y paranTODOS, y eso incluye DÓNDE NAC3MOS. Yesss!! Un abrazo y bendiciones Juqn José Aparicio
ResponderBorrarUn artículo muy bello. Me permitió trasladarme sin conocer...a mi Segunda Patria. Mi fallecida Madre, oriunda de este pequeño y hermoso país,decía que lo más valioso de su país era la humildad de su gente. Felicitaciones por este agradable artículo.
ResponderBorrarSiempre agradezco a Dios porque me hizo retornar y radicar en este mi país. Gracias por compartir.
ResponderBorrarLa gente salvadorena es buena por naturaleza, quiero decir que salvadoreno es sincero, calido y generoso, que automaticamente se asocian estas palabras en mi mente con el gentilicio salvadoreno o salvadorena. (Perdon por no poner la n completa con su sombrerito ~, culpa de mi teclado). Mi mama fue salvadorena y creo que no pude tener una madre mejor. Por eso no me canso de honrarla ni de recordar sus tradiciobes. En mi corazon, ya he visitado "El Salvador". Lindo articulo. Felicitaciones Robertito.
ResponderBorrarQue agradable artículo, José Roberto. Mis más sinceras felicitaciones. Saludos a la familia
ResponderBorrarMe gustó, realmente lo disfruté.
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