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domingo, 21 de febrero de 2016

RIVALIDAD HISTORICA







MEXICO Y CENTRO AMERICA



Hace unos días, manteniendo servidor comunicación escrita con una prima de nacionalidad mexicana, ésta le manifestó,- entre otras cosas-, que acá en Centro América no se les quiere a los mexicanos.

Desde hace mucho tiempo el suscrito ha deseado escribir al respecto y, gracias a dicho comentario, ha ido elaborando en su mente la forma de plasmar la explicación,- a juicio propio-, de esa rivalidad entre centroamericanos y mexicanos.

Es muy cierto que los centroamericanos pueden estar internamente muy divididos entre ellos, recelándose unos a otros; sin embargo, a la hora de “enfrentarse” a México, forman un bloque más o menos homogéneo. Esto refuerza lo que ha muchos siglos antes ha expresado el autor Niccoló cuando dijo: “Las alianzas funcionarán mejor por temor que por amor.”

¿Por qué?

En adelante se expone en una forma sucinta un intento de explicación a esta histórica y ancestral rivalidad.



HERNAN CORTES



Cuando Hernán Cortés dió inició al sometimiento de México-Tenochtitlán,- Imperio Azteca-, su ejército contaba con unos 300 hombres y el apoyo de unos 3,000 tlaxcaltecas.

A la entrada de la ciudad, realizada el 08 de Noviembre de 1519, se produjo el encuentro de Moctezuma y Cortés, haciendo de intérprete doña Marina.

Hay que recordar que Malinalli Tenépatl,- “hierbita” en lengua nahuat-, conocida como “Malintzin”, “Malinche” y “Doña Marina”,- 1502-1529-, jugó un papel muy importante en el sometimiento de México. Amante de Cortés y también intérprete de él, fué dada junto con otras veinte mujeres a los españolres por los indígenas de Tabasco. ¡Dió a luz a Diego, primer mestizo del que se tiene conocimiento!

Moctezuma II creyó que los españoles eran enviados del dios Quetzalcóatl,- “Serpiente Emplumada”-, y fué un espléndido anfitrión de ellos. Con los días, se aprehendió a aquél y se le hizo rehén para lograr obtener oro de los súbditos.

Al final, Moctezuma II es muerto y luego se debía someter al imperio vecino del Sur y archienemigo del Imperio Azteca: El Imperio Maya.

Para esta tarea, Cortés prepararía al menos un par de delegaciones a cargo de Pedro de Alvarado,- enviado a Guatemala y El Salvador-, y Cristóbal de Olid,- a Honduras-, apoyados por indígenas aztecas, enemigos acérrimos de los mayas del sur. El Imperio Maya ocupaba lo que en la actualidad es la América Central,- Guatemala, El Salvador, Honduras y Belice-, y algunos estados sureños de México. ¡Lo demás es historia!



AGUSTIN ITURBIDE EMPERADOR DE MEXICO



Casi trescientos años más tarde, en 1821, al proclamarse la Independencia de Centro América, el Capitán General Gabino Gainza,- Centro América-, recibe órdenes del Emperador Agustín de Iturbide,- México-, quien considera la anexión como una consecuencia inevitable de la independencia mexicana.



CAPITAN GENERAL GABINO GAINZA



Para el Ejército Trigarante de México, la posibilidad que Centro América permanezca bajo la corona española o se declarare independiente, es una cuestión de seguridad nacional, además que se visualiza al nuevo imperio como una futura potencia continental.

Iturbide ofreció a Centro América apoyo para consumar su independencia, respeto a sus autoridades y representación suficiente en el Congreso Mexicano. Así, desde el 15 de Septiembre de 1821, cuando fué proclamada la independencia de Centro América en la ciudad de Guatemala, se consideró seriamente la posibilidad de unirse al naciente Imperio Mexicano, aunque los grupos republicanos, contrarios a la monarquía, lograron aplazar la decisión final, pese a que las autoridades provinciales de Chiapas, Honduras y Nicaragua ya se habían sumado directamente al Plan de Iguala.

Para acelerar la unión, Iturbide advirtió que podría enviar un ejército que respaldara a los grupos que favorecieran la anexión. Ante la amenaza se optó por no debatir la cuestión en el congreso y efectuar una consulta directa a los ayuntamientos mediante una circular del Capitán General, en la que se invitaba abiertamente a votar por la unión con México dada la crisis prevaleciente en la región, acompañada de una copia de la carta de Iturbide en la que se señalaban los términos de la anexión. Paralelamente, se reprimió con violencia la oposición republicana que rechazaba la unión.

¿El resultado de la consulta? 104 ayuntamientos aceptaron plenamente secundar el Plan de Iguala, 11 lo hicieron bajo ciertas condiciones, 32 manifestaron su respaldo a cualquier resolución que adoptara la Junta, 21 insistieron todavía en remitirse a la decisión del Congreso según lo acordado el 15 de Septiembre, y sólo 2 votaron en contra. Con base en esta votación se levantó el acta correspondiente que formalizó la anexión.

Sin embargo, el gobierno republicano de San Salvador, se negó a aceptar la unión a México y en los días siguientes rompió relaciones con el gobierno de Guatemala por la decisión adoptada.



GENERAL VICENTE FILISOLA



Ante esta resistencia, Iturbide envió al General Vicente Filísola al frente de casi 500 hombres, una fuerza superior a la tropa centroamericana y capaz de disuadir a los disidentes republicanos.

Pero el Capitán General Gaínza, desobedeciendo las órdenes de Iturbide, quien pretendía conciliar a las facciones, se adelantó y lanzó sus tropas contra los opositores de Honduras, Quetzaltenango,- Guatemala-, y San Salvador, con lo que la región se vió así envuelta en su primera guerra civil.

A su llegada, el General Filísola trató de mediar entre las partes en conflicto, pero los intereses económicos y especialmente la posesión del puerto de Acajutla,- Alcaldía Mayor de Sonsonate, entonces Guatemala, hoy El Salvador-, impidió llegar a un acuerdo definitivo.

Derrotadas las fuerzas de Gaínza por los salvadoreños, hubo oportunidad para que Filísola lo relevara en el mando y asumiera el gobierno en tanto llegaba el Mariscal José Morán, Marqués de Vivanco, nombrado por Iturbide.

Paulatinamente, Filisola fué cooptado por la oligarquía guatemalteca, lo cual lo enajenó de los otros grupos; pero mantuvo una relación conflictiva con el ayuntamiento de Guatemala; y sufrió penurias económicas porque la guerra civil mermó la recaudación fiscal y el Imperio tampoco podrá distraer recursos en su ayuda.

Ya coronado Iturbide, le ordenó a Filísola emprender una campaña final contra los republicanos salvadoreños, pero la imposibilidad de una victoria rápida, obligó a éste a firmar un armisticio con ellos, quienes en realidad buscaban ganar tiempo mientras el Imperio Mexicano se derrumbaba.

En el interín, los salvadoreños negociaron su anexión a los Estados Unidos de América,- a pesar de la buena acogida de los estadounidenses-, la cual perdió impulso por la forma en que se desarrollaron los acontecimientos siguientes.

Con el apoyo de la oligarquía guatemalteca, Filísola ordenó una nueva y sangrienta represión contra los salvadoreños. Avanzó sobre su territorio, pero se detuvo en la Villa de Cojutepeque, porque una fuerza salvadoreña desbandó sus tropas y les quitó armas y municiones. En lugar de batallar en el campo abierto que le era favorable, optó por retirarse y fortificarse en Mapilapa para concentrar una fuerza militar superior a la de los rebeldes.

Después, puso sitio a San Salvador durante dos meses y tras varios enfrentamientos sangrientos, el 09 de Febrero de 1823, Filísola ocupó la ciudad de San Salvador e hizo jurar a los ediles su lealtad a México y a su Emperador.

Una victoria pírrica, pues para entonces Iturbide estaba derrotado y Filísola, ante el fracaso de la unión con México, convocó a las provincias a establecer sus propios congresos y dejó en libertad a sus soldados para que se establecieran en estos lares si así lo deseaban.

De esta forma, muchos de los soldados mejicanos que habían sitiado y asediado la Villa de San Salvador, se quedaron a residir en el mismo lugar, dando nacimiento a la Villa de Mejicanos,- nombrada así por razones obvias-, ahora uno de los actuales 262 municipios del Estado de El Salvador.

Entretanto, en el Congreso de México, se condenó a Filisola por faltar a la resolución del 10 de Julio pasado que prohibía tomar las armas en contra de alguna de las provincias del Imperio y además, se escucharon exhortos al gobierno para que otorgara la libertad a Cenro América.

Finalmente, se acordó que fueran las propias provincias centroamericanas las que decidieran libremente si se incorporaban o no a México y al efecto, se nombró una comisión para analizar el caso.

El 24 de Junio siguiente, Filísola estableció el Congreso en la ciudad de Guatemala, dentro de un ambiente de repudio general a los mexicanos. Días más tarde, los diputados condenaron la anexión y decidieron separarse de México. El 01 de Julio siguiente, proclamaron su independencia y su congreso se transformó en Asamblea Nacional Constituyente.

Cuatro días más tarde, Filisola solicitó su relevo de los puestos que había ocupado. Finalmente, el día 16 de Julio, el Congreso ordenó la salida de las tropas mexicanas de su territorio. ¡La unión con México había durado tan sólo año y medio!

El general Filisola marchó a pacificar Chiapas,- única provincia centroamericana que optó permanecer con México-, y a evitar su separación. De esta forma, las otras cinco pequeñas parcelas perdieron la oportunidad de haber sido parte de una nación realmente grande, y optaron por un destino de guerras civiles y peleas entre ellas, llegándose a convertir en minúsculas naciones emproblemadas.

En épocas recientes, todos han oído hablar de los maltratos a los migrantes y turistas centroamericanos que visitan México. Algo de eso es cierto, pero han sido abusos cometidos por malos agentes de seguridad. ¡No hay que olvidar que en todas partes hay gente buena y gente mala!



FOTO SATELITAL DEL HURACAN MITCH



Los centroamericanos nunca deben olvidar que, historicamente el pueblo mexicano ha sido solidario con ellos. La última vez ha sido al momento de darse el Huracán Mitch,- 22 OCT 98 – 05 NOV 98-, cuando aquéllos de motu proprio han realizado una colecta en pro de los damnificados de Honduras, El Salvador y Guatemala.



¡Saque el lector sus propias conclusiones!



José Roberto Campos hijo
DOM 21 FEB 16



Dedicado con mucho cariño a mis primos Ana Fanny, Rolando Alfredo y José Rodrigo, todos apellidos Mejía Gandur, y a su madrecita Rosita, así como a la Familia Utrilla de la Ciudad de México.






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