ΟΥΤΟΠΙΑ
Fué
Tomás Moro quien creara la obra “Utopía”, cuyo nombre original en la lengua de
Lacio es “Libellus… De optimo reipublicae statu, deque nova insula Vtopiae”,
traducido como “Libro del estado ideal de una república en la nueva isla de
Utopía”, en el año 1516.
Un
plan o sistema ideal de gobierno en el que se concibe una sociedad perfecta y
justa, donde todo discurre sin conflictos y en armonía.
Para
Tomás Moro, “Utopía” es en su imaginación una isla desconocida en la que se
llevaría a cabo la organización ideal de la sociedad.
De
esta manera, Utopía es un proyecto, deseo o plan ideal, atrayente y beneficioso
para la comunidad, que es muy improbable que suceda o que en el momento de su
formulación es irrealizable.
Bajo
la forma de una mera aspiración íntima de ensueño, el hombre, simplemente por
ser hombre, aspira a su plena felicidad; no renuncia al anhelo de vivir en un
mundo en paz. La utopía del primer socialismo,- no se confunda con el término
actual en boga por parte de las izquierdas-, está aún latente en las
aspiraciones de muchas personas.
Con el paso
del tiempo, el término Utopía se ha popularizado como sinónimo de perfección u
objetivo inalcanzable, aún y cuando el autor no le atribuye explícitamente ese
significado en su obra.
TOMAS MORO |
Utopía es una
comunidad ficticia con ideales filosóficos y políticos, entre otros, diferentes
a los de las comunidades contemporáneas a su época. La comunidad es pacifica,
establece la propiedad común de los bienes, en contraste con el sistema de
propiedad privada y la relación conflictiva entre las sociedades europeas
contemporáneas a Tomás Moro.
La obra
contiene numerosas referencias a los pensamientos del filósofo griego Sócrates,
expuestos en la obra “La República”, de Platón, donde también se describe una
sociedad idealizada.
“Homo homini
lupus” es una locución latina de uso actual que se traduce
como: “El hombre es el lobo del hombre”, o “El hombre es un lobo para el hombre”.
Esta última frase se cita con
frecuencia cuando se hace referencia a los horrores de los que es capaz la
humanidad para consigo misma.
Esta locución
fue creada por el comediógrafo latino Plauto,- 254-184 A. C.-, en su
obra “Asinaria”, en la que dice: “Lupus est homo homini, non homo, quom
qualis sit non novit”, traducida como “Lobo es el hombre para el
hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro”.
THOMAS HOBBES |
Esta frase
fué popularizada por Thomas Hobbes, filósofo inglés del siglo XVII, quien la
adaptó en su obre “De Cive”. En su escrito, Hobbes da por básico el egoísmo en el
comportamiento humano, aunque la sociedad intenta corregir tal comportamiento
favoreciendo la convivencia. El análisis que surge por medio del desarrollo de
esta frase conduce a los principios explicados en su obra y serán de hecho los
que para él justifican la necesidad de una monarquía absoluta.
Desde la
teoría evolutiva y, en concreto desde la evolución humana, el Homo
sapiens, es un animal más de los que habita en el planeta y que ha estado
sujeto a la selección natural.
La evolución
humana, gracias a la bipedestación y al lenguaje, ha permitido la colonización
de prácticamente todo el planeta, consiguiendo los recursos para su
supervivencia de la naturaleza y de muchas otras especies.
Sin embargo,
y a pesar del éxito poblacional, el hombre es a fín de cuentas el mayor
peligro, la mayor amenaza para la vida en el planeta y para la vida propia de
los individuos, poniendo en peligro la superviviencia.
La especie
humana es única en el reino animal, ya que no hay correspondencia entre su
dotación anatómica hereditaria y sus medios de subsistencia y defensa.
El hombre
constituye la especie más peligrosa del mundo no porque tenga los dientes más
grandes, las garras más afiladas, los aguijones más venenosos o la piel más
gruesa, sino porque sabe cómo proveer de instrumentos y armas mortíferas que
cumplen la función de, precisamente, todas esas herramientas naturales que no
posee. La forma propia de la adaptación biológica del hombre es la cultura y no
la anatomía.
La diversidad
terrestre... se reduce a paso acelerado por efecto de la destrucción del habitat
natural, destrucción que incluye el deterioro actual debido al recalentamiento
del clima. También hay deterioro por la propagación de especies invasoras, por
la contaminación ambiental y por la sobreexplotación.
Si no se
logra reducir esos fenómenos causados por el hombre, podría suceder que a
finales del presente siglo se pierda la mitad de las especies vegetales y
animales del mundo.
Muchas
actividades humanas constituyen un peligro y un horror para sus propios
congéneres y se han llevado a cabo a lo largo de la historia. Todas esas
actividades malignas devienen de la violencia en todas sus expresiones.
En el Estado
de El Salvador, la violencia se ha empoderado e institucionalizado en una forma
tremendamente enraizada. La vida de una persona es tasada en unos cuantos
dólares estadounidenses y se siente en el ambiente un menosprecio exagerado por
la misma.
Mientras todo
esto sucede, se vuelve difícil reconocer que la especie humana, a pesar de la
gran población de hoy en día, está al borde del precipicio: Un imperio que crea
guerras y que se autoatribuye la calidad de policía del mundo; países que no
cejan en sus deseos por figurar en el concierto mundial; gobernantes que creen
en quienes les endulzan el oído; otros gobernantes que se enquistan en el poder
sin importar el anquilosamiento al que llevan a sus pueblos; partidos políticos
que venden la idea que el bienestar del pueblo es lo que a ellos importa;
presidentes que anhelan perpetuarse en el poder, convirtiéndose en lo que ellos
siempre han combatido; concentración de la riqueza en pocas manos;
democratización de la pobreza entre las masas; el color verde del dólar que
logra opacar el verde de la ecología, y así,... una lista interminable.
A fín de cuentas,...
el origen de la violencia en todas sus expresiones, se da precisamente porque
todos hacen propio aquel razonamiento: “Yo estoy bien, vos estás mal.”
JOHN DENVER |
A finales de
los años 70 del siglo recién pasado, el extinto cantautor John Denver,- “Leaving
on a jet plane” y “Don’t close your eyes tonight”-, advertía entonces lo que
estaba ya ocurriendo en medio de la violencia, la crisis política y económica,
la pérdida de principios y valores y la desesperanza mediante un corto y bello
poema:
“Los que
saben reír en su vida cotidiana y hacer su trabajo de muy buena gana;
los que han
escalado los más altos puestos y aún después de ser electos siguen siendo
honestos;
médicos
sufridos que aún hacen visitas y ven a pacientes que acuden a citas;
buenos
operarios que son muy escasos, fabricantes de autos con muy buenos trazos;
los que duro
trabajan sin nunca rendirse, son especies que están ya por extinguirse…
Los que no se
dejan vencer por los años y que sobreviven a mil desengaños;
gente que en
familia se saben reír, saben a ratos jugar y a ratos vivir;
a los que
comprenden que a todos los niños hay que prodigar cuidado y cariño, dejarlos
correr, dejarlos jugar;
niñas que no
sueñan a estrellas llegar, chiquillos que no sufren por poder distinguirse, son
especies que están ya por extinguirse…
El grande que
sabe cuidar del pequeño, el marido que a nada le frunce el ceño;
pintores que
en su obra dan el corazón y con ello logran que haya comprensión;
los que se
casan para toda la vida, sabiendo que ésta será compartida;
aquellos que
flotan en su nube de rosa, las hijas que saben a qué hora recluirse, esas son
especies ya por extinguirse…
Los que usan
el músculo para trabajar, los que nos divierten, los que saben cantar;
aquel que
escucha a su conciencia, sea niño, adulto o esté en la adolescencia;
los seres
humanos que con cariño y valor, a este planeta le dan paz y calor;
amarillos,
negros, blancos y morenos, desde campesinos, astronautas y galenos.
Luchemos
todos, todos por unirnos, porque somos especie a punto de extinguirnos…”
¿Es otro
mundo posible?
¡Saque el
lector sus propias conclusiones!
José Roberto
Campos hijo
DOM 06 DIC 15
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