¿CHOQUE DE DOS CULTURAS?
EUROPA VERS AMERICA EN LA
EPOCA COLONIAL
Para iniciar, se pide respetuosamente al lector que, en el subtítulo del
presente artículo, no se lea la palabra “vers” como “versus”, traduciéndola
como “contra”, si no interpretándola como “hacia”, en el más profundo y amplio
sentido de la ancestral lengua de Lacio. Las razones de esto, son entendidas a
medida que se adentre éste en la lectura del presente trabajo.
Comenzando con una pequeña introducción para el caso de mérito:
Algunas personas tienen la opinión que, los europeos,- en 1492-, al
momento de hacer colisionar,- no se use el vocablo “descubrir”-, su cultura con
la americana, han brindado a los pueblos del “nuevo continente” una serie de
aportes que han permitido el crecimiento del mismo. Aportes tales como: Idioma,
religión, civilización, derecho, escritura, tecnología y otros que
supuestamente no se tenían en estos lares del mundo,- ¿?-.
Ya hace siglos, los romanos dijeron muy sabiamente: “Do ut des.”
Traducido libremente como: “Doy para que des” o “Doy para recibir”.
Algo así, como lo que hoy en día exclaman
atinadamente los estadounidenses: “There’s no free
lunch.” Traducido también al libre albedrío como: “No hay almuerzo gratis.”
La verdad es que, los imperios y cualquier grupo de poder o ente y
persona poderosa, están únicamente en la disposición de dar algo si se tiene la
certeza de recibir más a cambio: “Invierto para ganar.”
Para seguir entrando en materia, servidor se permite definir tres
conceptos que son básicos para la comprensión de este artículo,- el tercero de
los cuales es bastante particular y relativamente innovador-, y que dan
anticipadamente una luz del lugar hacia el cual se pretende conducir al lector.
Concepto de Genocidio:
En la época actual, el
genocidio es un delito
internacional que comprende cualquiera de los actos perpetrados con
la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional,
étnico,
racial
o religioso
como tal. Estos actos comprenden la matanza y lesión grave a la integridad
física o mental de los miembros del grupo, sometimiento intencional del grupo a
condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o
parcial, medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo,
traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo.
El término fue
acuñado y definido por primera vez por el jurista judío-polaco Raphael Lemkin,
quien en 1939 había huido de la persecución nazi, encontrando asilo en los Estados
Unidos de América. En su libro “El
poder del Eje en la Europa ocupada”, definió el genocidio como se ha ya apuntado
arriba.
Concepto de Etnocidio:
Éste se puede definir como la destrucción de la cultura
de un pueblo. Este concepto fue expuesto por Robert Jaulin,
quien partió de la denuncia del genocidio
cultural, que hizo Jean Malaurie en 1968,
para referirse a la liquidación de las culturas indígenas. Antes esta temática
había sido expuesta por Georges Condominas en 1965
en “Lo exótico es lo cotidiano”.
Para Pierre Clastres
el etnocidio es la destrucción sistemática de los modos de vida y pensamiento
de gentes diferentes a las que imponen la destrucción. El genocidio considera a
“los otros” como absolutamente malos, el etnocidio considera a “los otros”
relativamente malos y cree que puede “mejorarlos” al transformarlos de manera
que se parezcan al modelo propio; el etnocidio se ejerce “por el bien del
salvaje”. Si el genocidio liquida los cuerpos, el etnocidio mata el espíritu.
Esta definición trae
a la memoria la invasión de Irak, cuando se pretende mostrar y enseñar a esta
nación cómo se debe vivir en democracia, mismo sistema político que es la “panacea” que debe ser adoptada por
todo el mundo, en honor y obediencia al imperio preponderante en la actualidad.
Por supuesto, el caso de Vietnam es también traído a la memoria.
El conocimiento por
Jaulin de la experiencia de los Barí
de Colombia
y Venezuela;
por Malaurie de los esquimales de Groenlandia, por los pipiles en El Salvador
y por Condominas de los Mnong Gar de Sar Luk, Vietnam,
coincidían en poner al descubierto los efectos demoledores de la colonización
sobre los pueblos originarios, su identidad cultural y sus culturas.
La base ideológica
del etnocido es el etnocentrismo que pregona la superioridad de una cultura sobre
otras. Así, la cultura occidental etnocentrista pretende hoy día, sustituir las
culturas primitivas por su propia cultura que considera superior. Occidente se
ha hecho etnocida porque se considera a si mismo “la civilización”. Las
culturas son juzgadas como simples escalones en el camino hacia una única
civilización, la propia de la humanidad, que hoy estaría representada por el
sistema occidental.
Contra este
universalismo etnocida de la conformidad y la reducción del otro, Jaulin
defendió un universalismo del encuentro y la compatibilidad del respeto al otro
y la diversidad cultural.
Concepto de Teocidio:
Este concepto es muy
particular, peculiar y hasta innovador. Se podría definir el Teocidio como la
muerte o asesinato de las religiones o dioses de las culturas que son sometidas
por la fuerza, o las mismas que son víctimas del genocidio y/o etnocidio.
En el caso del
teocidio, la religión del poderoso conquistador vencedor, se impone sobre la
del débil perdedor, por las buenas o por las malas, para sacarlos de su “falsa religión”
o de su “equivocada religión” y así “salvar las almas de los infieles”.
Acertadamente, los islamistas han dicho que, Occidente tiene una religión en la
cual el dios de ésta castiga a los que no creen en él. ¡Interesante apunte!
Ya cae en la cuenta el
lector del derrotero del presente artículo. Hay que continuar:
La
llegada de los españoles al Caribe
en 1492,
abrió el camino para que algunas potencias europeas conquistaran amplios
territorios del continente americano.
La conquista de América es el proceso de exploración, expoliación y asentamiento en el Nuevo Mundo por España y Portugal en el siglo XVI, y otras potencias europeas posteriormente, después de la llegada de Cristóbal Colón en aquel año.
La conquista
dio lugar a regímenes virreinales
y coloniales muy poderosos que resultaron en la
asimilación cultural de los indígenas y su sometimiento a las leyes de las
potencias conquistadoras.
Toda
Europa creció enormemente gracias a la expoliación de las riquezas de América,
no solo España y Portugal. La conquista dio lugar al ingreso de nuevos
productos agrícolas en Europa como el tomate, la papa y el cacao que tuvieron un gran
impacto en la economía y hábitos de consumo europeos.
Además,
la introducción de minerales americanos impulsó enormemente la economía europea
pero también creó situaciones de alta inflación.
En los siglos posteriores, el oro
y la plata
desempeñaron una función importante en el nacimiento del capitalismo,
principalmente en los Países Bajos, Gran Bretaña y Francia.
La conquista
de América fue un proceso casi permanente, ya que algunas sociedades indígenas
opusieron una resistencia contínua y otras nunca fueron asimiladas
completamente.
España
llegó a conquistar la mayor parte de América debido a que fue el país que
patrocinó el viaje del “descubrimiento” y que antes inició la colonización.
Mediante una bula del papa Alejandro VI,
se declaró legítima la posesión española de todas las tierras encontradas más
allá de cien leguas al oeste de las islas Azores.
Una ligera modificación posterior repartió el continente americano entre las
potencias de España y Portugal, lo cual quedaría ratificado en el famoso Tratado de Tordesillas. Sin embargo otras
potencias europeas se sumaron a la conquista y colonización en América más
tarde. Entre ellas se encuentran Francia, Gran Bretaña,
los Países Bajos, y hasta Rusia y Dinamarca.
También se formaron pequeñas colonias efímeras de países escandinavos en la
costa oriental de lo que actualmente es Estados Unidos.
Es importante destacar la calidad moral del papa Alejandro VI,- Roderic de Borja o Rodrigo de Borja-, de origen catalán, cuyo apellido es traducido acertadamente al italiano en forma fonética como “Borgia”. ¡Ya cae en la cuenta el lector de la calidad de este personaje y su familia!
Este papa accesó al poder gracias al nepotismo y lo mantuvo por el, consiguiendo su ascenso dentro de la estructura de la Iglesia Católica gracias a su relación con el papa Calixto III, de quien era sobrino. Esta relación familiar le facilitó el acceso al rango de Cardenal diácono y el desempeño de numerosos cargos de gran importancia dentro y fuera de la Curia Romana, que le permitieron hacerse con las influencias políticas y el prestigio que, finalmente, le llevaron al solio pontificio en 1492.
Es, asimismo, el padre de los también tristemente célebres Juan, César, Lucrecia y Jofre, todos apellidos Borgia, los cuales sirvieron como instrumentos de sus maquinaciones políticas. Siendo los más famosos por su vida licenciosa,- igual a la del padre-, Lucrecia y César, en dicho orden.
Se atribuye, asimismo a Alejandro VI, la famosa frase: “Dios nos dio el papado, corresponde a nosotros ahora disfrutarlo.”
Las mismas intrigas y
poderes de las que se valió Alejandro VI para llevar a la Casa de Borgia
a la cima, aseguraron su destrucción, pues todo el poder que esta familia había
obtenido, inclusive el éxito militar de César Borgia, giraba en torno al Vaticano
y por ende dependía de la permanencia de Alejandro VI en el poder, por lo cual a
la muerte de éste, la vasta red de condados, principados y territorios que los
Borgia habían puesto a sus piés, sucumbió ipso facto, sellando el destino de César Borgia, quien moriría
cinco años después en 1507, sepultándose así la era de los Borgia y su
dinastía.
Regresando al tema de
los pueblos americanos:
Varios de estos pueblos
presentaron resistencia a la ocupación de los europeos a pesar de encontrarse
en desventaja desde el punto de vista de tecnología bélica. Las armas y
técnicas de guerra españolas eran más avanzadas que las indígenas. Los europeos
conocían la fundición, la pólvora y contaban con caballos y vehículos de guerra. Los
americanos contaban con una tecnología lítica y carecían de animales de carga,
a pesar de ser superiores en número y en conocimiento del terreno.
Las enfermedades que
los europeos llevaron a América,- para las cuales los indígenas carecían de
defensas naturales-, cobraron miles de vidas y fueron un factor que pesó en
contra de las sociedades americanas, que en medio de la guerra también
enfrentaron el desastre epidemiológico, estimándose que, la población indígena
se llegó a reducir en un 95% al cabo de tan solo tres siglos de sometimiento,
por ambas causas.
Salvo en el caso de
los mesoamericanos, los pueblos indígenas desconocían la escritura,
de modo que los registros de los hechos desde la perspectiva indígena consisten
principalmente en relatos recuperados algunos años después por los propios
europeos. Se cuenta entre ellos los casos de Nueva España, el Perú y Yucatán.
Colón murió sin saber
que su descubrimiento de una nueva ruta naval le había hecho llegar a un nuevo
continente y que tendría como consecuencia la conquista e incorporación por los
europeos del siglo XV
de civilizaciones, culturas, sociedades e individuos indígenas, habitantes de
los territorios bajo justificación en tres grandes principios europeos:
1) “Tierra de Nadie”: Res nullius. Principio que supuso de hecho y
derecho el reparto del territorio entre estados europeos a través de la
ocupación.
2) “Tierras para la cristianidad”: Principio
llevó a la decisión de difundir el cristianismo a los habitantes de América,
aún bajo conversión forzosa. Algunos europeos sostuvieron que “los indios no tenían alma”, llegando
a negar incluso la condición humana de los pueblos originarios.
3) “Derechos de conquista”: De los estados
europeos sobre las civilizaciones o sociedades nativas, de las riquezas
naturales, así como la imposición de utilizar a los habitantes como mano de
obra forzada, y que correspondía a quien dominase el territorio.
Cristóbal Colón concedió parte del hallazgo a Juan II de Portugal en 1493, al volver de su
primera expedición. Esto generó una serie de negociaciones entre España y Portugal
que se resolvieron mediante la intervención del papa Alejandro VI
quien adjudicó los territorios descubiertos por Colón y aún por “descubrir”, al
reino de Castilla,
castigando con la pena de excomunión a cualquier cristiano que viajara a los
dominios de Las Indias sin
autorización del rey de Castilla,- Bulas Alejandrinas-, orden que siglos más tarde
sería desobedecida por británicos y holandeses, quienes por otras razones
rompieron con la Iglesia Católica, así como franceses.
Una década después,
el navegante al servicio de la monarquía española, Américo Vespucio escribiría que las tierras a
las que había llegado Colón no se encontraban en Asia, sino en un continente nuevo,
desconocido por los europeos de aquella época. Debido a esta tesis, los
europeos acabarían llamando “América” al continente recién “descubierto”.
El curioso caso del fraile
Diego de Landa en Yucatán:
Diego de Landa fué un
misionero español de la Orden Franciscana en la provincia de Yucatán y obispo de la arquidiócesis de Yucatán entre 1572 y 1579.
Entre los encomenderos y los frailes misionesros se desató una enconizada rivalidad por mayores logros económicos versus mayor “evangelización”.
La encomienda fue una institución socio-económica mediante la cual un grupo de individuos debía retribuir a otro en trabajo, especie o por otro medio, para disfrutar de un bien o una prestación que hubiese recibido. La institución del siervo sujeto a un señorío estaba establecida en toda Europa. Así, existía una relación de dependencia por la que el más fuerte daba protección al más débil a cambio de comprometerse a guardar fidelidad y entregarle determinados servicios. Quien estaba a cargo de la encomienda era el encomendero.
A pesar de los
esfuerzos de los franciscanos y aunque parecía que los pueblos mayas aceptaban
la fé cristiana, seguían celebrándose rituales de sacrificios humanos en los
abandonados templos prehispánicos. En 1558 Landa sorprendió a una multitud de
indígenas celebrando un ritual en Chichén Itzá.
Paró de inmediato el culto y después de predicar el Evangelio, arrojó todos los
ídolos al Cenote Sagrado.
En Junio de 1562,
estando de cacería el portero del convento de Maní, Pedro Che, descubrió en una
cueva un venado aún caliente y con el corazón arrancado. Había también varios
altares con ídolos cubiertos de sangre. Pedro Che le comunicó el hallazgo a
fray Pedro y éste a su vez, acudió a fray Diego de Landa, quien al conocer la
noticia y después de comentarla con Diego de Quijada se dirigió a Maní. Al ver
Landa que las prácticas paganas no cesaban, tomó poderes inquisitoriales y con
la ayuda de Diego de Quijada organizó el famoso Auto de Fé de Maní.
El provincial mandó
apresar a treinta caciques indígenas y en los días posteriores detuvieron al
gobernador de Maní, Francisco de Montejo Xiú, al cacique de Oxkutzcab,
Francisco Pacab, al cacique de Mama, Juan Pech y al cacique de Tekax, Diego Uz.
Como consecuencia de
lo ocurrido, el 12 de Julio de 1562 se celebró en Maní un Auto de Fé. Durante esa
noche, los caciques fueron trasquilados, encorozados y ensambenitados y se
destruyeron varios ídolos, altares, estelas y vasijas. Además se quemaron
varios códices. La cantidad varía de unos pocos hasta varios miles, según cada
autor.
El
Auto de Fé era un acto público
organizado por la Inquisición Española en el que los condenados por el tribunal debían abjurar de sus pecados y mostrar su arrepentimiento,- haciéndose posible su reconciliación con la Iglesia Católica-, para servir de lección a todos los fieles que se habían congregado en
la plaza pública o en la iglesia donde se celebraba y a quienes se invitaba
también a que proclamaran solemnemente su adhesión a la fé católica.
Otro tipo de auto de fé que se realizaba discretamente en las dependencias de
la Inquisición se llamaba autillo.
En la actualidad sólo
se conservan tres Códices mayas: el Códice de Madrid, el de París y el de
Dresde. Hay un cuarto códice, el de Grolier, pero según las últimas
investigaciones, las evidencias
apuntan a que el mismo fué hecho en 1960, aunque aún existen controversias al
respecto.
El auto provocó la
cólera de los encomenderos porque además de los indígenas que fueron detenidos,
muchos escaparon a la selva, dejándolos sin mano de obra para cultivar. Como es
lógico, este hecho volvió a los mayas más recelosos hacia los españoles.
El gran problema del
caso del fraile Diego de Landa es que, su caso no fué el primero ni sería el
último y tampoco sería uno aislado, si no mas bien un hecho institucionalizado
y sistemático en contra de los americanos.
A lo largo del tiempo
se ha dado debate sobre las consecuencias de la conquista española de América
en el que se han expresado diversos puntos de vista:
1)
Acto civilizador: Se afirma que la conquista tuvo un resultado
civilizador gracias a los avances y conocimientos introducidos en América, y
que permitió también cristianizar a los indígenas, lo cual mejoró su moralidad y
calidad de vida. Se rechaza que la conquista europea haya causado un descenso
significativo de la población indígena.
2)
Acto civilizador de una determinada potencia: Variación
de la postura anterior. Ciertos sectores sostienen que algunos países han
actuado de manera humanitaria al conquistar a los indígenas, pero otros no,
llegando a causar genocidios en ciertos casos.
3) Genocidio prolongado cometido por las potencias coloniales europeas y los
estados americanos: la Cumbre de los
Pueblos Indígenas de América considera que la conquista realizada
por todas las potencias europeas fue un genocidio físico y cultural y que ese
genocidio ha sido continuado por los estados americanos.
4)
Genocidio realizado sólo por los españoles: Esta
posición suele ser sostenida entre otros por algunos anglosajones
y está en ese caso posiblemente relacionada con la leyenda negra antiespañola, impulsada
principalmente por Gran Bretaña cuando pugnaba por el poder en América con el
Imperio Español.
5)
Genocidio de los estados nacionales: Esta posición niega que las
potencias europeas hayan causado un genocidio indígena, pero sostiene que
varios de los estados nacionales americanos independizados, cometieron
genocidios al conquistar territorios indígenas.
6)
Posiciones intermedias: Existen numerosas posiciones
intermedias que consideran que existieron excesos y abusos, pero que no
alcanzaron la magnitud de un genocidio.
La Cumbre de los
Pueblos Indígenas de América sostiene que la acción de los
conquistadores europeos no solo causó uno de los genocidios
más grandes de la historia, destruyendo cientos de culturas y estableciendo un
sistema permanente de opresión y explotación, sino que también sostienen que el
genocidio y la explotación fue continuado por los estados nacionales sucesores
de las potencias coloniales. En ese sentido, el Primer Encuentro Continental de Pueblos Indios, reunidos en Quito en 1990 expresó en la Declaración de Quito:
“Los Indios de
América no hemos abandonado jamás nuestra constante lucha contra las
condiciones de opresión, discriminación y explotación que se nos impuso a raíz
de la invasión europea a nuestros territorios ancestrales.”
Esta posición, según
algunos historiadores, ignora la misma situación de opresión y explotación a la
que estaban sometidos muchos pueblos precolombinos, y los mismos habitantes de
reinos indígenas por sus caciques o señores. También ignora los conflictos y
guerras entre pueblos indígenas existentes antes de la conquista.
La Cumbre Continental de Pueblos y
Organizaciones Indígenas del Continente de Abya Yala,
reunidos en Mar del Plata en 2005,
declaró:
“Nosotros, los
Pueblos y Organizaciones Indígenas del Continente de Abya Yala,- América-, reunidos
en territorio ancestral del Pueblo Mapuche, Mar del Plata, Argentina, del dos
al cuatro de Noviembre, primeramente invocamos, la cosmovisión de nuestros
mayores y siguiendo el camino trazado por ellos, en un marco de unidad y
armonía entre nosotros y con nuestra madre naturaleza, damos las siguientes
palabras.
Que, esta Cumbre
Continental Indígena en Mar del Plata 2005, es la continuación de 1990 en el
Encuentro Continental Indígena. El Segundo Encuentro Continental de un proceso
de Unión Continental del Águila y el Cóndor, iniciado en Quito.
Que somos los representantes de más de 50 millones de mujeres y hombres indígenas del continente y somos Pueblos preexistentes a la creación de los actuales Estados, por lo que ejercemos y reclamamos el reconocimiento de nuestro derecho a la libre determinación como Pueblos, a fin de decidir nuestra organización política y nuestro propio desarrollo económico, social y cultural.
Que somos los representantes de más de 50 millones de mujeres y hombres indígenas del continente y somos Pueblos preexistentes a la creación de los actuales Estados, por lo que ejercemos y reclamamos el reconocimiento de nuestro derecho a la libre determinación como Pueblos, a fin de decidir nuestra organización política y nuestro propio desarrollo económico, social y cultural.
Que
los Pueblos Indígenas hemos sido víctimas por quinientos trece años de un
proceso de genocidio, colonización y discriminación producto de ideologías y
políticas imperiales, mismas que han violado nuestros derechos fundamentales.
Cualquier diálogo entre Pueblos Indígenas, el Estado y la Sociedad, debe tomar
en cuenta la naturaleza colectiva e histórica de estos derechos.”
Según algunos
historiadores, esta posición indigenista moderna tiende a idealizar la
situación de supuesta paz y prosperidad existente en el periodo anterior a la
llegada de los españoles, indicando que las guerras, esclavitud, y prácticas
como sacrificios humanos demuestra que la vida de los habitantes precolombinos
no estaba exenta de gran dureza y crueldad.
Sin embargo, la Cumbre de los
Pueblos Indígenas de América ha presentado a las Naciones Unidas
una Carta de la Tierra de los Pueblos
Indígenas que entre otras cosas, proclama la imprescriptibilidad de los derechos de los
pueblos indígenas y el derecho a la autodeterminación, y exige la
reforma de la Convención de las
Naciones Unidas contra el Genocidio con el fin de incluir “las numerosas formas de genocidio de pueblos
indígenas”, en particular el “genocidio
cultural”,- etnocidio-.
Cualesquiera persona
podría alegar que, lo anterior violenta el Principio de Legalidad en lo que
respecta al aforismo latino que reza: “Nullum crimen, nulla poena sine lege”,- traducido
libremente como “ningún delito, ninguna pena sin (previa) ley”-. Sin embargo,
hay ya un precedente jurídico al respecto, pues previo a la instalación de los
Juicios de Nuremberg, no se conocían delitos y crímenes de guerra como los que
se habían cometido y no había sanción penal preestablecida, pero se corría
entonces el riesgo que los mismos quedaran totalmente impunes. Se optó por
violentar el Principio de Legalidad para proteger los bienes jurídicos de los
pueblos a posteriori y ex tunc,- a partir de entonces con efecto retroactivo-,
en una forma ejemplarizante y disuasiva para eventuales violentadores de los
Derechos Humanos.
En América Latina
esta posición extremadamente crítica ante la obra de los conquistadores
europeos ha sido también adoptada oficialmente por algunas naciones como Venezuela
y Bolivia,
y por una considerable cantidad de intelectuales y fuerzas políticas.
Algunos
investigadores de Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda, Bélgica, Alemania,
Francia, Suecia y Noruega han sostenido que la acción de los conquistadores
españoles en América fue bárbara y constituyó un genocidio.
En general puede
decirse que, en los procesos de conquista de los territorios indígenas en
América, en la diversas épocas, varios sectores e investigadores han denunciado
y continúan denunciando la existencia de genocidios, en tanto que otros
investigadores rechazan de plano semejantes denuncias sosteniendo que se trata
de mitos o leyendas negras. ¡Cosas veredes, Sancho amigo!
Por su parte, el
historiador argentino
Félix Luna
hizo el siguiente comentario a una noticia difundida por la agencia oficial de
noticias bajo el título “Se cumplen
513 años del mayor genocidio de la historia”:
“Es sesgada y
unilateral. Por supuesto que, al hablar de conquista, hubo violencia y
crueldades, pero decir que fue el mayor genocidio de la historia es una
exageración, y me asombra.” (¡Ojalá y haya sido dicho comentario formulado en
tono sarcástico!)
En el siglo XVI,
pensadores mexicanos como Alva Ixtlilxóchitl,
cuestionaron la crueldad de los conquistadores españoles con estas palabras: “Hiciéronse
este día (cuando fue tomada la ciudad), una de las mayores crueldades que sobre
los desventurados mexicanos se han hecho en esta tierra. Era tanto el llanto de
las mujeres y niños que quebraban los corazones de los hombres.”
Otro texto mexicano del
momento de la conquista dice: “Todo lo cogieron, de todo se adueñaron, todo lo
arrebataron como suyo, todo se apropiaron como si fuera su suerte. Y después
que le fueron quitando a todo el oro, cuando se lo hubieron quitado, todo lo
demás lo juntaron, lo acumularon en la medianía del patio, a medio patio: todo
era pluma fina.”
El debate acerca de
la moralidad de los hechos de la conquista se produjo incluso en Europa. En el siglo XVI,
Fray Bartolomé de las Casas sostuvo que
los pueblos originarios estaban siendo explotados
bárbaramente por los conquistadores y encomenderos. Tanto entonces como hoy
otros sectores sostuvieron que las afirmaciones de De las Casas son falsas o
exageradas y parte de una leyenda negra antiespañola y anticatólica. Sin embargo, la
Corona Española tomó en cuenta las denuncias de De las Casas y sancionó en 1542 las Leyes Nuevas
con la intención de proteger los derechos de los pobladores de América frente a
conquistadores y encomenderos.
A este fraile
dominico, defensor de los derechos indígenas, Bartolomé de las Casas, se le
atribuye la famosa frase: “Todo el
mundo es humano”.
De las Casas, sin
embargo aceptaba como legítima la esclavitud de hombres y mujeres de África.
Sin embargo, algunos investigadores reconocen en Bartolomé de las Casas un precursor de los derechos humanos
que comenzarían a ser reconocidos a partir del siglo XVIII. Otros
investigadores sostienen que De las Casas falseaba los hechos y es el corazón
de la llamada leyenda negra antiespañola y anticatólica.
En su lecho de
muerte, Mansio Serra de Leguizamón,
uno de los conquistadores del Perú, expresaba un lamento profundo por la injusta
destrucción de la sociedad Inca: “Y que se me dio la figura del sol que era de
oro y los incas guardaban en la Casa del Sol, que ahora es el convento de Santo
Domingo y donde practicaban la idolatría, que yo creo que valía unos dos mil
pesos [...]. Y deseo que mis testamentarios registren esa suma para la paz de
mi conciencia y paguen esa suma exacta de mi patrimonio”.
Otros españoles que
no eran miembros del clero, como Sahagún, quién se enamoró de la cultura azteca, y aún entre
los conquistadores, Bernal Díaz quien marchó con Cortés, se conmovieron hasta
comparar la tragedia de México con la Caída de Troya.
Los investigadores que se oponen a las visiones indigenistas sostienen que los indígenas aceptaron
voluntariamente la cultura española y que las mujeres indígenas mantuvieron también
voluntariamente relaciones sexuales con los conquistadores dando origen a una
nueva etnia de criollos y mestizos. ¡Simpático y romántico relato!
Opiniones de intelectuales sobre la conquista de América:
·
Carlos Fuentes:
La conquista de los pueblos no-europeos admitió a éstos en la historia
universal, pero a condición de dejarse colonizar, es decir “civilizar”, esto
es,- sin comillas-, explotar.
·
Eduardo Galeano:
Al cabo de cinco siglos de negocio de toda la cristiandad, ha sido aniquilada
una tercera parte de las selvas americanas, está yerma mucha tierra que fué
fértil y más de la mitad de la población come salteado. Los indios, víctimas
del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la
usurpación de los últimos restos de sus tierras y siguen condenados a la
negación de su identidad diferente. Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y
manera, se les sigue negando el derecho de ser.
Al principio, el
saqueo y el otrocidio fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora
se cumplen en nombre del dios del Progreso. Sin embargo, en esa identidad
prohibida y despreciada fulguran todavía algunas claves de otra América
posible.
·
Maximiliano Korstanje: La
conquista europea se fue dando gradualmente, muchos aborígenes adoptaron nuevos
conquistadores y se sublevaron contra los imperios que ya los oprimían. La idea
de un europeo dominante y un aborigen dominado tiene más que ver con leyendas y
cuentos que con hechos históricos. Para algunos los españoles fueron verdaderos
opresores, pero para otros libertadores.
·
Abel Posse:
Más que un genocidio, lo grave de la Conquista fue el teocidio.
·
Mario Vargas Llosa: El quinto centenario va a
dar origen a muchos discursos. Va a haber efusiones retóricas en todo el mundo
hispánico, interminables, pero me temo mucho que buena parte de la celebración
se quede en las efusiones retóricas. Me temo que en América Latina resuciten
viejas controversias totalmente apolilladas como las del indigenismo y el
hispanismo. Que comiencen a cobrarse cuentas a los conquistadores por las
destrucciones y asesinatos y que se pierda la oportunidad para algo que debiera
ser una celebración creativa, por ejemplo, la lucha contra los nacionalismos en
América Latina que es una de las batallas que todavía hay que librar.
Conclusiones
propias de servidor:
1)
¿Qué dió Europa a América que ésta
no tuviera ya? ¿Idioma, religión, civilización, derecho,
escritura, tecnología, etc.? Ya todo esto lo tenían los americanos y lo que no
tenían no lo pedían ni necesitaban. Algunos alegarán: “Sí, pero vivían en
atraso.” ¿Es eso pecaminoso? A modo propio de ver, lo único ventajoso es que se
impusieron unas cuantas lenguas que han “facilitado” la comunicación en el
continente, en vez de tener tanta infinidad de lenguas indígenas, y ello, es
también discutible. También se brindó una escritura. ¿Qué más que realmente
valiera la pena?
2)
¿Cuánto ha pagado América a Europa por recibir algo que no había pedido ni
necesitaba? ¿Cuál ha sido ese precio en vidas humanas, riquezas saqueadas y
otros?
3)
¿Genocidio, Etnocidio o Teocidio? Pensándolo bien, a modo propio de ver, no hay
duda que se dieron estos tres vejámenes en contra de los americanos a la vez,
en una forma sistemática e institucionalizada. El saqueo cultural es tan
importante o más que el material.
4)
La riqueza europea es producto del saqueo y violación de América. Una de las
historias que mejor encarna el ultraje de América por parte de los europeos,
está encarnada en la triste narración de la “Chingada”, esto es, aquella mujer
indígena e indefensa que es violada por el español, dando luego luz a un hijo
bastardo que es visto como algo vergonzoso por los suyos y cuya madre es
repudiada por el propio pueblo.
¡Saque
el lector sus propias conclusiones!
SAB
19 ABR 14