UCRANIA BAJO ATAQUE
Para 1945
la Segunda Guerra Mundial ya había durado desde 1939, con muchos millones de heridos
y muertos,- civiles la mayoría-, en Europa, África, Asia y Oceanía.
El 6 de Agosto
de 1945, desde el bombardero bautizado “Enola Gay”, se lanzó a “Little Boy”,-
“Muchachito”-, la primera bomba atómica, sobre la ciudad de Hiroshima. Tres
días después, otra similar, “Fat Man”,- “(Hombre) Gordo”-, fué lanzada sobre
Nagasaki, ambas ciudades japonesas. ¡La historia es ya de sobra conocida!
“Por la radio se anunció que un avión extraño
escudriñaba nuestro pueblo, mi madre escuchaba mientras preparaba la comida de
mediodía; fuimos al refugio de nuestra casa, pero tras unos minutos los vidrios
de las ventanas eran balas, y vino una luz como si fueran mil relámpagos al mismo
tiempo, estruendo, explosión y después el silencio.” (Yasuaki Yamashita,
sobreviviente de la bomba atómica en Nagasaki)
Acá lo
realmente sorprendente y aterrador: En conjunto, en los dos bombardeos atómicos,
las bajas civiles estimadas fueron de 70 mil, en forma inmediata, la cual
aumentó a 146 mil en las semanas siguientes, debido a las heridas y al
envenenamiento por radiación.
Otro
horrible episodio dantesco que ha presenciado la humanidad: La Guerra de Corea.
Conflicto que se prolongó
durante 1,129 días, desde el 25 de Junio de 1950 hasta el 27 de Julio de 1953.
Más de 1.7
millones de militares caídos, y, de nuevo, un dato abominable: Este conflicto dejó
más víctimas civiles que militares. Las estimaciones indican que más de 1 millón
de surcoreanos murieron en masacres, mientras que en el bando norteño más de
1.5 millones corrieron similar suerte. ¡Un poco más de 3.2 millones de civiles
caídos!
… ¿Y qué acerca
de Vietnam?...
Este conflicto
tiene inicio casi de inmediato al finalizar la Segunda Guerra Mundial hasta
1975. Acá, la mayoría de los caídos fueron civiles: Entre 1 y 3 millones,
sumando ambos bandos. En su momento se denunciaron masacres que se volverían
famosas y vergonzosas por lo grotescas y truculentas.
“Vimos cómo un soldado prendía fuego a la casa y,
de repente, mi madre gritó ¡granada! Y oí la explosión, ¡Bum! Después, se hizo
el silenció. Me quedé quieto. Sentía encima de mí el cabello y el cuerpo de mi
madre y de mis hermanos y hermana. Estaban muertos. Yo me quedé allí, hasta que
mi padre, que se había escondido en el bosque, regresó y me rescató.” (Pham Thanh
Cong, sobreviviente de la masacre de My Lai)
Otro horrible episodio de la historia humana: La invasión
soviética a Afganistán,- 1978-1992-. Se
estima que la cifra de civiles
muertos puede oscilar entre los 600 mil y 1 millón y la de heridos
de alrededor de 3 millones, a lo que habría que sumar 5 millones de refugiados
y 2 millones de desplazados en el interior del país.
DESTRUCCION EN UCRANIA
Hoy en día, en estos precisos momentos, el mundo se horroriza al presenciar la invasión de Rusia a Ucrania donde, tras un poco más de tres semanas de guerra el panorama es aterrador: Destrucción total de ciudades, refugiados y… numerosos civiles muertos y,… la espada de Damocles pendiendo sobre la humanidad por el riesgo de una guerra nuclear.
Regresando al caso del Enola Gay, el capitán del mismo, Paul Tibbets, el fatídico día, se sentó en la cabina del avión, sonriendo y saludando a los que estaban registrando el evento para la posteridad.
A las 02:45 horas, el avión despegó,
sobrevoló Iwo Jima y, una vez tuvo confirmación que el tiempo era propicio, se
dirigió hacia Hiroshima. Fué hasta entonces, durante el vuelo, cuando se
comunicó al resto de la tripulación que se trataba de una bomba atómica.
Llegaron 17 segundos por detrás de la
hora prevista. Ante sus ojos apareció el puente de Aioi y el encargado, Ferebee,
pulsó el botón mientras gritaba “!Bomba va!”. Tibbets anunció lo siguiente: “Amigos,
han arrojado la primera bomba atómica de la historia”, y ejecutó la maniobra de
huida que llevaba meses ensayando. ¡El resto es triste historia!
Ferebee recordó, tiempo después: “No
hay palabras para describir lo brillante que era la luz.” Años más tarde, en una
entrevista, añadió: “La ciudad entera estaba cubierta con una nube en forma de
champiñón. Mientras se formaba el tallo, podías ver trozos de casas absorbidos
por ésta, trozos de cosas volando por el aire. No podías ver a la gente, no a
la altura que estábamos”.
Muchos de los tripulantes del Enola Gay y del resto de la flota sufrieron
pesadillas por el resto de sus vidas. Uno de apellido Spitzer, por ejemplo,
cayó en la bebida, al ser incapaz de librarse de la imagen de lo que había
visto: No podía dormir, seguía desvelándose con las imágenes de Hiroshima con
sus árboles, el verde prado y los puentes y las casas siendo cubiertas con humo
negro y un hongo gigante multicolor y letal alzándose por encima de la ciudad.
“Después de tirar la bomba, me sentí exactamente igual que como lo hago
ahora, excepto que ese día no había bebido tanto café como hoy”, bromeaba
Tibbets en una entrevista de 1995. “Estaba satisfecho de haber cumplido mi misión.
No tenía ninguna emoción entonces, y no la he tenido nunca, solo puedo decirte
que la guerra es el infierno. Lo sé. La he vivido. Si esperas sacarme una
expresión de emoción, no lo conseguirás. Soy frío.”
Un teletipo de la agencia United Press International, el 5 de Agosto de
1985, fué publicado a lo largo y ancho del mundo. Paul Bregman, navegante de
uno de los B-29 del escuadrón que lanzó el fatídico ataque sobre Nagasaki,
había muerto. Su hermana, Vivian Nash, aseguraba que se había ahorcado por el
sentimiento de culpa en la víspera del 40 aniversario del ataque. El ejército
desmintió que Bregman hubiera sido miembro del Grupo de Bombarderos 509,
responsable de los dos bombardeos.
El copiloto del Enola Gay, Robert Lewis, tuvo una vida realmente espantosa
luego del hecho en comento: Perdió su familia, drogas, alcohol y problemas con la
justicia.
Otras guerras que engrosan la lista de conflictos en los que se han
cometido crímenes de guerra es larga y con muchísimos millones de civiles
muertos: La Gran Guerra,- Primera Guerra Mundial-, Primavera de Praga, invasiones
a Afganistán, invasiones y golpes de estado patrocinados desde el exterior en
las repúblicas bananeras, guerras civiles en el tercer mundo, guerras de
independencia, Medio Oriente, Irak, Kuwait, etc.
En forma sucinta, un crimen de guerra es una infracción grave de los
Convenios de Ginebra de 12 de Agosto de 1949, así como violaciones graves de
las leyes y usos aplicables en los conflictos armados internacionales e
internos.
Algo sí deja muy en claro la siempre
repetitiva historia: a) Todos los que en un momento dado han sido criminales de
guerra, acusan luego a sus rivales de serlo, y esto es una noria que sube y
baja, invirtiéndose periódicamente los papeles,- la doble inmoral de la
política-; b) Los vencedores y/o los poderosos gozan de inmunidad e impunidad en
caso de cometer crímenes de guerra, esto porque, ¡la serpiente de la justicia
no es capaz de morder el pié de ninguno de ellos!
De Robert Lewis, el arriba citado copiloto, se dice que
inmediatamente luego de arrojar la primera bomba, exclamó: “¡Dios mío, ¿qué
hemos hecho?!”
¡Saque el lector sus propias conclusiones!
José Roberto Campos h.
DOM 20 MAR 22